The Way Club, expuesto a una dura sanción por abrir durante nochevieja

El local carecía de licencia, después de que el Concello hallase irregularidades en la última inspección // Se presentó la denuncia por trabajar de forma ilegal
Movida nocturna
Brais Fernández
pub. The Way Club, donde antiguamente se encontraba el histórico Retablo. Foto: A.Hernández

El local de ocio nocturno The Way Club, podría exponerse a una dura sanción económica, que incluso puede obligarle al cierre indefinido, por abrir la noche de fin de año. Sobre el establecimiento pesaba una orden de cese de actividad, mientras no reparasen las deficiencias encontradas por el Concello en su última inspección. Pese a ello, los responsables de la discoteca decidieron trabajar en nochevieja, puesto que tenían muchas entradas reservadas. Esa decisión, a tenor de lo apuntado por el departamento de Urbanismo, podría costarles muy caro.

En este sentido, como cualquier otro negocio que pretenda funcionar en la capital gallega, se requiere un título habilitante para ello, el cual les fue retirado el pasado 16 de diciembre por las deficiencias constatadas en la revisión llevada a cabo por los técnicos municipales.

Los problemas fueron detectados después de que los vecinos más próximos presentasen varias denuncias ante el Concello por ruidos y vibraciones que superaban los límites permitidos por la ley. A raíz de estas demandas, se envió a un equipo de especialistas para valorar el nivel de insonorización, encontrando, al mismo tiempo, varias anomalías en el interior en materia urbanística, en comparación con las habilitaciones que tenían.

Entre las numerosas deficiencias cabe destacar el rebaje de la altura de las dos plantas por debajo de los 2,5 metros o que las escaleras de emergencias no se adaptan a la normativa vigente, puesto que no tienen el ancho suficiente y conectan con las viviendas del inmueble. Además, carecen de la iluminación que se corresponde y de una barandilla que pueda evitar caídas ante un desalojo masivo.

Asimismo, también se puso sobre la mesa la incorrecta instalación de amplificadores, altavoces, una mesa de mezclas, distribuidores y un limitador de sonido que no se adaptan a la normativa.

A mayores, también se denunció la eliminación de un ropero y una antesala de los baños para personas con movilidad reducida, lo cual estaba recogido en el documento municipal. Por último, a tenor de lo indicado, también pintaron las carpinterías exteriores de un color excluido del Plan Xeral para la ciudad histórica.

ALEGACIONES Y REAPERTURA PUNTUAL. Ante la necesidad de darle respuesta y solución a estas deficiencias, Raxoi abrió un periodo para que sean subsanadas, decretando, mientras no se corrigiesen, la parada obligatoria de toda actividad empresarial en este local.

Esta situación todavía impera a día de hoy, por lo que, teniendo en cuenta que en fin de año estuvieron abiertos, el Concello, de oficio, presentó una denuncia contra el establecimiento, gestionado por un conocido grupo que también regenta, entre otros, la discoteca Pelícano de A Coruña.

Cabe destacar que, a pesar de que sobre la mesa existe una alegación por parte de los responsables de The Way Club, esta todavía no se encuentra resuelta, por lo que no contaban con potestad para trabajar en nochevieja.

A tenor de lo indicado desde el departamento de Urbanismo a EL CORREO GALLEGO, estas reclamaciones fueron presentadas en la víspera de fin de año, aunque este hecho no eximía de la necesidad de ejecutar los cambios y de permanecer cerrados mientras tanto.

“As modificacións que teñen que facer están moi claras. Non podían levar a cabo a actividade en fin de ano, polo que actuaron de maneira ilegal. Como negocio teñen que cumprir unhas garantías que, a día de hoxe, non as teñen. Para desenvolver a actividade precisan satisfacer todas as normativas sobre seguridade e evacuación, o cal está moi claramente marcado pola lei”, explica la concejal Mercedes Rosón.

Por lo tanto, se enfrentan a una posible dura sanción por trabajar sin licencia. Esta multa, que varía en función de la gravedad de los hechos, podría variar entre los 300 y los 600.000 euros, así como otras actuaciones de carácter no pecuniario.

Para la graduación de dicha falta se tendrán en cuenta el riesgo que supuso para todos la apertura del local, en la señalada fecha, sin disponer de los documentos legales que le permitiesen hacerlo.

Por lo tanto, queda de manifiesto que se trata de una cuestión de gran calado y que, sin duda, afectará al devenir del negocio en su futuro.