Tirón de orejas a quienes reservan plaza para los conciertos y luego no aparecen

Bugallo reconoce que hay un problema con los aforos de los actos del Apóstol // El día del pregón hubo 200 sillas vacías en A Quintana // Plantea adoptar medidas
Fiestas del Apóstol
Ángela Ares
Concierto de la guineana Nakany Kanté, en A Quintana, el viernes, con más de 200 asientos vacíos tras colgar el cartel de lleno Foto: Antonio Hernández

La primera gran actuación de las fiestas del Apóstol, en A Quintana, fue la de la cantante y compositora guineana Nakany Kanté, el pasado viernes. Pero aunque colgó el cartel de completo a las pocas horas de poder reservarse una entrada para este concierto, ese día, tras el pregón, quedaron más de la mitad de los asientos vacíos, aproximadamente doscientos.

Así, aunque el alcalde de Santiago expresó ayer su satisfacción, a nivel general y desde el punto de vista organizativo, por el desarrollo de los primeros días de las fiestas del Apóstol, reconoció la existencia de problemas con los aforos, como ya denunció ayer EL CORREO GALLEGO. El control “está funcionando muy bien, pero hay personas que reservaron su plaza y luego no se presentan, como pudimos ver el día del pregón, con más de doscientas sillas vacías (en alusión al de Kanté) , o en determinados conciertos”.

Ante estos hechos, Sánchez Bugallo afirmó que es “un abuso y un acto insolidario reservar un asiento y luego no comparecer”.

“Nuestro error probablemente fue que la reserva fuese gratis”, apuntó, recordando el hecho de que muchos eventos agotaron sus entradas en la primera hora de apertura de la reserva.

“Para otra vez sacaremos conclusiones”, dijo, no descartando otras medidas, como obligar a “ir a recoger la entrada después de una prereserva”, apuntó.

Aunque el objetivo del Ayuntamiento de Santiago era el controlar el aforo en los recitales del programa del Apóstol como medida de seguridad para evitar contagios por covid-19, la realidad es que han sido muchos los compostelanos, al igual que foráneos deseosos de gozar de actuaciones en directo, los que mostraron su descontento al no poder reservar plaza a las pocas horas de poderse solicitar a través de www.reservas.gal.

En la web se permite reservar un máximo de cinco entradas por usuario, en un formulario similar al de cualquier festival de música.

Sin embargo, la realidad es que a la hora de los conciertos fueron muchos los que, pese a estar las invitaciones agotadas, quedaron a medio gas.

Muchos de los que quedaron sin entrada aseguraron, a través de las redes sociales, que una de las fórmulas para evitar situaciones como las que han tenido lugar en el arranque de las fiestas es cobrar una cantidad por reserva, con la opción de ser devuelto el importe una vez comience el concierto.

La crisis sanitaria impuso que las actuaciones fuesen en formatos más reducidos, con control de los aforos para garantizar las distancias de seguridad exigidas, lejos de los conciertos multitudinarios como el de Rosalía, en A Quintana, que supuso el lleno total, con más de cinco mil espectadores. Un aforo, que ahora ha quedado reducido a solo cuatrocientos.

Además, como anunció en su día el concejal de Fiestas, Gonzalo Muíños, la práctica totalidad de las actividades del programa son gratuitas. Según las normas del Concello, para acudir a la actuación hay que llegar a la puerta del recinto con una antelación de 30 minutos, para poder llevar a cabo ese control.

Sin embargo, en la gran mayoría de las actuaciones pudieron verse sillas libres.

Ahora, está en manos de Raxoi solucionar el problema de las reservas antes de que finalicen las fiestas.