Un peculiar sistema con focos colgados iluminará todo el entorno de Concheiros

Contará con diecisiete árboles repartidos entre la calle y la plaza y entre quince y veinte bancos // Estudian si habrá doble sentido de circulación en la entrada desde Corredoira das Fraguas
Luis Álvarez
La catenaria con las luces colgantes entrando en la rúa

La iluminación de la rúa dos Concheiros tendrá el mismo sistema que se ha elegido para la nueva gran plaza que conectará el barrio con Fontiñas. Una catenaria, un cable que recorrerá la calle por lo alto y del que se colgarán las luminarias, y servirán al tiempo para orientar a los peregrinos en dirección al casco histórico y la Catedral.

Además de este particular sistema de iluminación, en la calle también está previsto colocar un buen número de árboles, diecisiete en total, repartidos entre la zona central del vial, donde se colocarán cuatro alcorques, cada uno de ellos con tres especies, y las plazas de Triacastela y San Pedro, todos ellos con un sistema para evitar que las raíces acaben dañando el pavimento al crecer.

También se colocará el nuevo mobiliario urbano, desde los tres bloques de contenedores soterrados, las papeleras, y un número de bancos de piedra y metal, que oscilará entre los quince y los veinte. El número final dependerá del diseño definitivo que se le dé a la plaza de San Pedro, donde se está analizando la opción de poner doble sentido de la circulación para los vehículos que accedan desde Corredoira das Fraguas.

En cualquier caso, en esta última zona se dejará un amplio espacio peatonal en torno al punto a donde se ha trasladado la fuente. Precisamente uno de los cambios fundamentales de la calle, además de la fisonomía es la ampliación del espacio destinado a los peatones, lo que obliga a eliminar un buen número de plazas de aparcamiento. Para intentar compensarlo se han habilitado zonas reservadas a residentes en Altiboia y Triacastela.

En el primero se están llevando a cabo obras de reurbanización de la calle y acondicionamiento del pavimento del estacionamiento, que se encontraba muy deteriorado. En Triacastela se está reformando el proyecto original, ya que había discrepancias entre éste y las medidas reales del terreno.

El último plazo para la finalización de las obras aprobado por el Ayuntamiento, tras una solicitud de prórroga de la empresa adjudicataria, es finales del próximo mes de enero, aunque se espera que la calle esté operativa antes de esa fecha, y que solo queden los últimos detalles.

Estos días se están realizando pruebas del empedrado, lanzando agua con mangueras para comprobar la impermeabilización y la calidad del drenaje. En días pasados se ordenó el levantado de una parte de ellas para colocar una nueva capa de hormigón en la base y garantizar la consistencia del suelo.

La intención del gobierno local, tal y como manifestaron tanto el alcalde, Sánchez Bugallo, como el concejal de Obras, Javier Fernández, no es tanto ceñirse al calendario, sino asegurar el acabado de los trabajos, para que no sea necesario volver a realizar ninguna obra en Concheiros, y mucho menos tener que levantar el pavimento durante muchas décadas.