Época de vendimia: Barcelos-Ponte Lima

Firmas
Manuel Garrido
Manolo y Carlos ante la Catedral de Tui

ALGUIEN para definir una frontera escribió que “dícese del lugar donde termina una locura y empieza otra”. Puede ser verdad pero al dejar atrás Portugal y adentrarnos en Galicia hay sentimientos contrapuestos. Cuando llegamos a Tui mi amigo Carlos gritó: “viva España y viva Galicia”. Son sentimientos extraños. Nos entristece dejar Portugal y a la vez nos alegra llegar a nuestro país. El camino es eso: pena por lo que dejamos e ilusión por lo que nos espera; eso de que termina una locura y empieza otra. Carlos y yo hemos aprendido a compartirlo todo, bueno casi todo. Hoy me ha tenido que dejar unos calzoncillos. Así es el Camino. En esta etapa encontramos muchos peregrinos. Para la mayoría es su primera etapa, pues empiezan en Tui. Para nosotros fue una jornada larga, otra paliza de 40 kilómetros pero estamos bien, vamos tranquilos y caminamos muchas horas, pero a nuestro ritmo.

Entrando en Galicia nos acordamos de Antonella. Nos manda un WhatsApp y le recordamos que en Padrón vamos a tomar unos pimientos de Herbón. La esperaremos. La señalización en Galicia es perfecta e incluso hemos encontrado a la Guardia civil patrullando el Camino. Eso lo agradecen las peregrinas que vienen solas, unas valientes. Estamos cansados a pesar de que la noche anterior nos saltamos el ir a un albergue y decidimos pernoctar en un hotel, creo que lo necesitábamos para recargar las pilas del cuerpo. Ya queda menos.