Vida digna, el evangelio

Firmas
José Fernández Lago

en estos tiempos en que desde ciertos ámbitos se quiere promover lo que algunos llaman “muerte digna”, quien dispone de luces para conocer el sentido de la vida, se refiere más bien a vivir la vida con dignidad. Esta implica, de parte de uno, la honestidad y la dedicación al trabajo; y, al mismo tiempo, la preocupación de que a los demás no les falte el pan de cada día y la realización de su vida como personas serias y esperanzadas, respetando y cuidando la propia vida y la de los demás hasta el final. La 1ª lectura de la Misa de esta tarde y de mañana, tomada del profeta Isaías, nos exhorta a buscar al Señor. Esto sucederá si el que realizaba el mal se convierte y abandona su camino, volviendo a Dios, que tendrá piedad de él. El profeta nos lo recuerda: los planes de Dios son muy distintos de los de los hombres. San Pablo se dirige a los Filipenses y muestra que toda su esperanza está puesta en Cristo. Llega a decir que para él “la vida es Cristo”, y una ganancia el morir. Vive en la fe en el Hijo de Dios, “que me amó y se entregó a la muerte por mí”. A la vista de su concepción de la vida respecto de Cristo llega a decir que desearía morir, para estar con Cristo; ahora bien, si los hermanos necesitan de su ayuda, quisiera quedarse con ellos, para poder asistirles. El Evangelio nos ofrece la parábola de los trabajadores de la viña, que Jesús profirió. Dice el Maestro que acontece con el Reino de los Cielos como con ese hombre que, a lo largo del día fue buscando trabajadores para su viña. Convino con ellos en un denario, que era la paga normal. Al final de la jornada, mandó retribuirles el sueldo, comenzando por los últimos. A estos les dio un denario. Al verlo, los primeros esperaban más, pero les dio también un denario. Ellos se quejaron, pero el dueño de la viña dijo que no les hacía injuria, pues les pagaba lo convenido. El Señor del Universo nos acoge igual si le hemos buscado en una hora más tardía de nuestra vida, pero con el corazón arrepentido y deseoso del perdón divino.