Volvieron festín y romería a la carballeira

Pablo Baamonde

Finalmente llegó el broche que puso el cierre oficial a las fiestas compostelanas. Ayer, en la carballeira de Conxo, resonaron bien alto la música, las conversaciones y las carcajadas. Tras verse aplazado a una semana después de su fecha original, a causa de las condiciones climatológicas que no lo hicieron posible, el Banquete de Conxo hizo su retorno por todo lo alto.

Desde por la mañana comenzaron ya las celebraciones del convite, con el desfile teatral ‘Alá van estudantes e artesáns’. La marcha recorrió el trayecto entre la plaza do Toural y Conxo acompañada de la larga fila de personas a la que guiaron hasta el recinto en la carballeira, pasando por la plaza de Conxo. Dirigida por el equipo de teatro en la calle de Os Quinquilláns, la procesión contó también con la participación de otras formaciones y centros locales, tanto de música como de teatro.

A continuación, el espectáculo de Música de Cecebre dio el paso al pregón de apertura al banquete, a cargo de María Dolores Domínguez Santos do Castiñeiriño e Iria Portos Conde de Laraño. Fue momento después para que Os Quinquilláns deleitasen al público asistente con otra actuación para abrir el apetito antes de lo siguiente, que sería ya el comienzo del almuerzo y la romería popular. A ella asistió también el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, quien cumplió fielmente con la tradición según la cual los más pudientes cortaban los manjares para los comensales. Una tarea que, con los años, ha terminado por recaer sobre las personalidades de la esfera política.

Ya por la tarde, los más pequeños pudieron divertirse con una sesión de juegos tradicionales, mientras que el resto asistió al ‘Serán da Fraternidade’, una velada dedicada al folclore y la música que trajeron Os Fondaos do Pífaro y Muiñeiros do Sarela. Ya hacia el atardecer, en torno a las 19.30 horas, llegó el momento de dar clausura al evento y, con él, a una jornada en la que el disfrute estuvo garantizado. Suso de Toro fue el encargado de dar el pregón de cierre, tras lo cual Os Quinquilláns recuperaron el escenario una última vez; en esta ocasión, para dar la despedida al Banquete de este año, el primero tras dos años de parón.

Ahora, con los festejos habiendo tocado ya a su fin, Santiago recupera sus ritmos y tranquilidad habituales. Por supuesto, el ajetreo en las calles sigue estando muy presente, más aún estando la atmósfera compostelana todavía impregnada de la sensación festiva que quedó atrás en esta semana.

Casi a modo de adiós a toda esta semana de espectáculos, ayer A Quintana acogió una última actuación, ‘Xoldra na Eira’, en la que participaron la Banda de Gaitas de Forcarei en conjunto con la Banda de Música Municipal de Santiago de Compostela.