Alianza para el desarrollo de nuevos proyectos de investigación genética

Las fundaciones Jove y Medicina Xenómica renovaron su convenio para realizar estudios que ayuden a los trastornos neurosiquiátricos en la infancia
Ramón González
Felipa Jove y Ángel Carracedo, en las instalaciones de la Fundación Medicina Xenómica

La Fundación María José Jove y la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica renovaron su convenio para el desarrollo de proyectos de investigación en genética de trastornos neurosiquiátricos en edad infanto-juvenil.

Mediante esta alianza, suscrita por Felipa Jove y el doctor Ángel Carracedo, la Fundación María José Jove continuará apoyando a la Fundación de Medicina Xenómica en este campo. Este respaldo, que asciende a 100.000 euros y que se lleva a cabo por quinto año consecutivo, permitió a la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica constituir un grupo consolidado de investigación que es ya una referencia en genética en trastornos del neurodesarrollo: trastornos del espectro autista (TEA), TDAH y trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

Las investigaciones realizadas por este equipo han sido publicadas en revistas como Nature y Science y, lo más importante, profundizado en los mecanismos de estos trastornos y en el conocimiento de sus causas, consiguiendo entrar en proyectos nacionales e internacionales de investigación.

En su visita a las instalaciones de la Fundación Galega de Medicina Xenómica, Felipa Jove señaló que “es fundamental apoyar investigaciones como las que lleva a cabo desde Santiago el equipo del doctor Carracedo y que buscan personalizar los tratamientos. Este es el camino a seguir para mejorar realmente la calidad de vida de las personas afectadas”. Por su parte, el doctor Ángel Carracedo agradeció “el apoyo continuado de la Fundación María José Jove y su compromiso constante para promover la inclusión”.

Con el nuevo convenio, la Fundación María José Jove apoyará tres líneas de investigación de importancia. La primera en farmacogenética del TDAH. Con ella se pretende encontrar biomarcadores que permitan personalizar los tratamientos para este trastorno. La segunda, encontrar las bases biológicas de las conductas en el TOC. Y, en la tercera, seguir profundizando en las bases genéticas del TEA y en su traslación al diagnóstico clínico.

María José Jove, fallecida en marzo de 2002, estuvo siempre vinculada al compromiso social orientado a los colectivos menos favorecidos, constituyendo la infancia una de sus grandes preocupaciones. Por este motivo, su familia quiso impulsar este proyecto y llevar a la práctica su extraordinaria sensibilidad, creando la fundación en 2003 que lleva su nombre.