Cruz Roja alerta sobre los nuevos pobres, que son de una extrema fragilidad

La media de edad de los más necesitados baja de los 65 a los 44 años// El 60 % son mujeres y de nacionalidad española el 80 %
Pobreza y exclusión
Irene Jiménez
Entrega de bolsas de ayuda con comida a personas con pocos recursos. Foto: Europa Press

Los nuevos pobres atendidos por Cruz Roja son más jóvenes –la edad media baja de los 65 a los 44 años–, la mayoría mujeres –60 %–, hay más españoles –80 %–, la mitad de los hogares tienen niños y aumentan las familias monoparentales.

La situación de las personas que llegaron por primera vez a Cruz Roja durante la pandemia es de “extrema vulnerabilidad”, alertó el coordinador general de la organización, Toni Bruel: nueve de cada diez de las nuevas familias viven bajo el umbral de la pobreza. Estos son algunas de las conclusiones del informe Impacto de la COVID-19 en la población atendida por Cruz Roja a través del Plan Responde, que distingue tres tipos de usuarios: los que no habían superado la anterior crisis, los que tenían dificultades para llegar a fin de mes y las personas en situación normalizada que han entrado al carro de la precariedad por el contexto generado por la COVID.

“La irrupción de la crisis generada por la COVID supuso una nueva vuelta de tuerca a la vulnerabilidad social, agravando la ya difícil situación de una población que aún se encontraba lastrada por los efectos de la crisis económica anterior y empujó a nuevas personas y familias a condiciones de máxima fragilidad”, aseveró.

Quienes acudieron a Cruz Roja por primera vez tras la pandemia afrontan las situaciones más dramáticas: el 95% de sus hogares están en riesgo de pobreza o exclusión, frente al 73 % de las personas que atendía Cruz Roja antes de la irrupción de este virus.

Más cifras que lo subrayan: el 92 % están por debajo del umbral de la pobreza (antes, el 67 %), el 63 % de los nuevos tiene privación material severa (antes lo sufrían el 39 %) y el 56 % tiene en paro a todos sus miembros en edad laboral (superior a los antiguos usuarios que eran la mitad).

En la atención de las nuevas situaciones, Bruel explicó que Cruz Roja intentó combinar “lo necesario para la supervivencia y apoyar a las personas a que accedan a las prestaciones a las que tienen derecho sin abandonar las medidas de acompañamiento para reactivar su vida laboral”.

Hay una mayor proporción de hogares con hijos menores de 16 años, ahora son la mitad, cuando antes de la COVID eran el 20 %, la tasa de pobreza infantil se ha disparado hasta el 95,6 % y hay mayores tasas de desempleo (30,5 % frente al 24,8 % previo).

En conjunto, el 57,5 % de las personas atendidas se sitúan en la pobreza extrema, cuando en la población general es del 2,9 %, detalla investigación desarrollada en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid.

DE MIL EUROS, A MENOS DE 500. La situación económica de las personas que reciben ayuda de Cruz Roja empeoró para una de cuatro personas. En estos hogares, de media se pasó de tener unos ingresos mensuales de 1.057 euros a a 486 de media. En el caso de los nuevos, fueron el 40 % los que redujeron los ingresos, informa Efe.

Son también más los desempleados (el 51,7%, frente al 24,8 % de los antiguos usuarios) y también más alta la tasa de trabajadores pobres respecto al conjunto de la población atendida (90 frente al 82).

Uno de cada tres personas reside en hogares con graves problemas de salubridad, condiciones más duras entre los nuevos.

En cuanto al Ingreso Mínimo Vital, sólo un 24,3 % de las personas encuestadas lo habían ya solicitado y se les había concedido a 6 de cada 10. Más de un tercio de las personas demandantes han tenido problemas con la solicitud.

La pandemia tuvo un impacto mayor en las mujeres. Sus indicadores de salud son más negativos (mayor proporción de contagios y de secuelas) como también las consecuencias directas en el ámbito laboral (más despidos y menos ertes u opciones a teletrabajar).

A este mayor impacto en las mujeres es necesario añadir la sobrecarga de trabajo que supusieron las tareas domésticas y de cuidados durante el confinamiento.