Eliminar y reducir el plástico, un objetivo medioambiental

En el mundo se utilizan cinco billones de bolsas de este material cada año // Dos tercios terminan en la naturaleza o en vertederos
Contaminación
Paula González
Retirada de toneladas de plásticos de un vertedero para su reutilización . Foto: Europa Press

En el mundo se utilizan alrededor de cinco billones de bolsas de plástico cada año, según Naciones Unidas, de las cuales más de 3,5 billones, un 70 por ciento, terminan en la naturaleza o en vertederos y afectan a muchas especies en el océano y en la tierra.

A pesar de que el plástico “es un gran invento”, las bolsas de este material constituyen uno de los problemas más graves para las especies, explica el profesor del grado de Medioambiente y Sostenibilidad de la Universidad Europea, Álvaro Luna, coincidiendo con la celebración, el pasado 3 de julio, del día internacional kibre de bolsas de plástico.

Son frecuentes las imágenes de animales atrapados por bolsas de plástico en el océano. Sin embargo, el problema también existe en tierra firme, asegura Luna, porque “en muchos lugares de África y Oriente Medio los animales de granja se alimentan de estos residuos”.

Camellos, cabras y vacas “mueren por la ingestión de bolsas de plástico en esos lugares”, afirma el profesor, y aunque esos residuos no son los únicos elementos plásticos que causan estragos en la naturaleza, se ha querido señalar el 3 de julio como un día libre de bolsas plásticas para concienciar sobre el problema que causan las mismas en la naturaleza.

Existen muchos otros productos de este material de un solo uso como pajitas, botellas o envases de alimentos que contaminan y se degeneran en millones de trocitos, en lo que se conoce como microplásticos, un problema que se ha visto agravado con la pandemia de la COVID que disparó la utilización de guantes y material plástico.

Campañas de concienciación y políticas internacionales y nacionales abogan por la reducción y eliminación de la utilización del plástico, afirma Luna, especialmente en productos de un solo uso y botellas.

Sin embargo, la lucha por la reducción y eliminación del plástico es desigual en todo el mundo.

Según datos de Naciones Unidas, cada año llegan a los océanos más de 8 millones de toneladas de plásticos, muchos procedentes de la contaminación que se vierte a los ríos, especialmente en el sureste asiático y China.

Y a pesar de la firma de acuerdos internacionales para la eliminación del plástico, según Luna, en muchos países “es difícil” trasladar de “forma realista” los compromisos adquiridos para la eliminación del plástico.

De hecho, los residuos plásticos han viajado por medio mundo, hasta que en el año 2018 China se negó a seguir siendo el depósito de esta basura, un relevo que tomaron en Europa Rumanía y Bulgaria junto a Turquía.

Más de 70 países han reclamado a Naciones Unidas un nuevo acuerdo vinculante contra este material, entre ellos España y los países de la Unión Europea, así como muchos latinoamericanos. Sin embargo, no figuran entre ellos las grandes potencias como Estados Unidos o China, ni tampoco India, Rusia o Brasil.

España presentó hace unos días el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados.