Fumar mientras se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir un accidente

La SEMT advierte de que encender un cigarrillo hace que se pilote a ciegas más de 100 metros
Tabaco
Teresa Díaz
Fumar al volante supone una distracción que puede provocar accidentes. Foto: F.B.

Un tercio de los accidentes de tráfico se deben a distracciones, muchas de ellas por el uso del móvil, una conducta que la DGT estudia sancionar con hasta 6 puntos. Prohibir que se fume al volante no está previsto a pesar de los datos: encender un cigarrillo hace que se conduzca a ciegas durante más de 100 metros.

“Fumar mientras se conduce es un factor de riesgo vial”, recalcó a Efe el doctor Fernando Pérez Torralba, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT).

Y es que el consumo de tabaco constituye un elemento de distracción para la conducción de vehículos; solo hay que repasar las acciones que se llevan a cabo cuando se quiere fumar, desde sacar el cigarrillo de la cajetilla, encenderlo, dejar la ceniza en el cenicero o apagarlo.

Demasiados movimientos aunque generalmente se hagan inconscientemente, pero suponen un tiempo durante el cual el conductor tiene sus manos ocupadas, advierten desde la SEMT, una sociedad científica que desde 1998 se dedica a la prevención de las lesiones por accidentes de circulación.

“Se trata de concienciar y sensibilizar a los conductores para que al manejar ese arma maravillosa que nos da tanta libertad como es el vehículo lo haga con seguridad, porque si se utiliza mal es un arma mortal para él, para sus familiares y amigos y para otros usuarios de la vía”, afirmó el doctor Pérez Torralba.

investigaciones. Según diversos estudios de investigación, fumar mientras se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir un accidente.

Además, en encender un cigarrillo se tarda una media de 4 segundos. A 100 kilómetros por hora habremos recorrido 113 metros –una extensión superior a la un campo de fútbol–, sin la atención plena en la carretera.

“Cuando se fuma, con la mano que se sostiene el cigarrillo no se puede sujetar bien el volante. Y no digamos cuando se tiene que cambiar de marcha. Si en ese momento hay que hacer una maniobra evasiva por algún motivo lo más seguro es que se vaya contra otro coche o se salga de la vía”, advirtío este experto médico.

En un estudio realizado en ocho centros de salud de Zaragoza, en el que participaron 1.214 conductores de entre 25 y 65 años de edad, sobre la asociación entre consumo de tabaco y accidentes de tráfico “no fatales”, se constató que el riesgo en no fumadores era del 7 %, en fumadores que no fuman conduciendo, del 12 %; y en los que sí fuman al volante, del 17 %.

A la distracción por la propia acción de fumar y la preocupación por la caída de la ceniza, hay que sumar el efecto del humo del tabaco en el interior del vehículo: en conducciones largas con 2-3 fumadores se puede reducir la visibilidad hasta en un 20 por ciento.

Además, puede aumentar entre un 7 y un 11 % la concentración de carboxihemoglobina (COhb), una proteína resultante de la unión de la hemoglobina con el monóxido de carbono (CO) que se inhala al fumar, y que también tiene consecuencias en la percepción visual, en la habilidad manual y en los reflejos, explicó el doctor.

Cuando se habla de tabaco y conducción, la pregunta que surge es: ¿Cómo se le va a prohibir fumar a un conductor que va solo en su coche?

“En la carretera no va solo y si se distrae puede tener un accidente y matar a dos o tres personas del coche que viene de frente, que no tienen ninguna culpa de se haya distraído por culpa del tabaco”, señaló Fernando Pérez Torralba, presidente de la SEMT.