Galicia se sitúa entre los mejores lugares para vivir en la infancia

El informe sobre el bienestar de los niños elaborado por Unicef coloca a España en el sexto puesto de los países ricos
Inés Álvarez
FELICIDAD. Niños jugando en un parque del Campus Sur de Santiago. Foto: Angy Álvarez E.

España ocupa el sexto puesto en un informe sobre el bienestar de la infancia elaborado por Unicef, que sitúa a los Países Bajos, Dinamarca y Noruega como los mejores lugares para ser niños en los países ricos y que revela que el sobrepeso es el punto débil de los menores españoles y la salud mental su mejor indicador. En él, Galicia ocupa uno de los primeros lugares donde los niños viven mejor.

En un comunicado, Unicef detalla que se trata de una nueva edición de los informes Report Card de la ONG, que publica desde hace 20 años, y que señalan que el suicidio, la infelicidad, la obesidad y la falta de destrezas sociales y académicas se convirtieron en características demasiado comunes de la infancia en los países de ingresos altos.

El informe coloca a España en el sexto puesto en bienestar de la infancia (sobre un total de 38 países), sumando las tres variables de bienestar mental, bienestar físico y destrezas, aunque también preocupan los efectos de la covid-19. Dentro de ella, los indicadores de bienestar infantil en Galicia son bastante positivos.

Respecto al aspecto físico, uno de cada 5 niños y niñas de 2 a 17 años en Galicia tiene obesidad o sobrepeso (20,8 %), siendo la media en España para estas edades del 17,5 %. Estilos de vida sedentarios, el excesivo tiempo dedicado a las pantallas o los hábitos alimenticios son algunos de los factores que lo promueven.

“El sobrepeso y la obesidad están estrechamente ligados a la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, pero también se relaciona con problemas psicosociales como un peor rendimiento escolar e incrementa la posibilidad de sufrir discriminación, estigmatización y acoso escolar”, señaló Myriam Garabito, presidenta de Unicef Comité Galicia.

En cuanto a la salud mental y emocional, en una escala de 0 a 10, el grado medio de satisfacción con la vida en general de la población de 11 a 18 años en Galicia es de un 7,9 , siendo la media nacional de un 8 y habiendo obtenido el mejor dato la comunidad de Extremadura con un 8,4. Es reseñable el porcentaje de jóvenes gallegos de entre 11 y 18 que se sintió triste (siempre o casi siempre) en la última semana, el 11,5 %.

En el ámbito de las destrezas y la educación, el 29,4 % de los jóvenes (11-18 años) en Galicia se estresa o agobia mucho con el trabajo escolar. El porcentaje que a los 12 años completó la educación primaria es del 87,2 % y de graduación en la ESO del 81,2 %, ambos por encima de la media nacional que se sitúan en 86,5 % y 80,6 % respectivamente. Si bien, la comunidad gallega dista de comunidades como Cataluña, que obtiene el mejor resultado en alumnos que completan la primaria (93,1 %), y Cantabria de graduación en la ESO (88,7 %)

En el aspecto de la pobreza infantil, la población menor de 18 años en riesgo de pobreza o exclusión social (Arope) en Galicia en 2018 fue del 20 %, habiendo pasado a uno de cada 5 niños en situación de pobreza, en comparación de 1 de cada 4 en los datos de 2016 (26,4 %). “A pesar de la mejora en los resultados, debemos seguir trabajando para emular a otros territorios como es el caso del País Vasco, en el que estaríamos hablando de un 13% de niñas y niños en situación de pobreza o exclusión social”, subrayó Myriam Garabito, presidenta de Unicef Comité Galicia.

La tasa neta de escolaridad en el primer ciclo de educación infantil en Galicia es del 45,9 %, frente al 38,2 % en España. “El primer ciclo de educación infantil tiene una gran importancia para el desarrollo de los niños y niñas, y para la reducción de las desventajas educativas del alumnado procedente de entornos sociales y culturales menos favorecidos. Además, es un elemento clave de conciliación para las familias”, apuntó Myriam Garabito.

“Se demuestra que ya antes de la pandemia, en los países más ricos del mundo, la vida cotidiana de millones de niños y niñas estaba muy alejada de lo que podríamos considerar una infancia feliz. España no es una excepción, y aquí también prevemos que la situación empeorará debido a los efectos del coronavirus y de las medidas de contención”, explicó Javier Martos, director ejecutivo de Unicef.