La UE impulsará la industria de las algas, un filón para España

Quiere un sector sostenible, que en Andalucía y Galicia tiene ya empresas dedicadas a su cultivo
Mercedes Salas
Las algas, además de en gastronomía, se utilizan como fertilizantes o en combustibles.

Las empresas españolas buscan abrirse mercado en la industria de las algas aplicada a sectores como la energía, la alimentación o la industria cosmética, mediante el plan lanzado por la Comisión Europea para contribuir con esa actividad a la reconstrucción económica poscoronavirus.

Bruselas ha iniciado una hoja de ruta, con el lanzamiento de una consulta pública, para promover un sector de algas “fuerte y sostenible” como fuente de ingresos, materia prima alimentaria de valor y en línea con su Pacto Verde europeo.

La UE -con 4.000 trabajadores y 376 empresas en el sector- ocupa una posición discreta en el mercado mundial, si bien en España hay firmas dedicadas a su pesca o producción que avanzan en las exportaciones. De hecho, en el país se recolectan unas 8.000 toneladas para comercialización como fertilizante, alimento u otros fines y existe una “tímida presencia” de empresas dedicadas a su cultivo (20 toneladas), el 83 % en Andalucía y el 17 % en Galicia, según datos de la patronal de acuicultura Apromar correspondientes a 2019.

China (18,5 millones de toneladas), Indonesia (9,3 ) y Corea del Sur (1,7) lideran la cría mundial de algas, mientras que en “arribazones” o recogida de la playa, Chile ocupa el primer puesto (247.000 toneladas), seguido por China (183.000) y Noruega (169.000) según Apromar.

Su director gerente, Javier Ojeda, declara a Efe que el sector en España tiene “fortalezas” como la calidad, el contacto con centros de investigación y la proximidad a la alta gastronomía.

Por el contrario, reconoce como inconvenientes la competencia de las importaciones y la complejidad de los trámites administrativos para obetener concesiones de ocupación del espacio marítimo por parte de emprendedores que quieran dedicarse a su cría.

“Nuestro sector será uno de los pocos que a medio pazo saldrán reforzados de la crisis, que ha acelerado tendencias como la sostenibilidad, la innovación, la biotecnología o la salud a través de la alimentación con las que encajan las microalgas”, indica por su parte a Efe el director general de AlgaEnergy, Carlos Rodríguez-Villa.

AlgaEnergy, que tiene cien empleados en todo el mundo, está dedicada desde 2007 a la comercialización de microalgas y derivados para el aprovechamiento en agricultura, nutrición, cosmética, acuicultura, bioenergía o farmacia.

Rodríguez-Villa remarca que España ostenta una posición “privilegiada en este sector biotecnológico”, por el nivel científico y tecnológico y que Europa “tiene ventajas competitivas” para liderar ese desarrollo.

En los últimos dos años, la firma ha abierto filiales en Japón, Italia, Francia, Estados Unidos, México, India, Turquía, Australia y Brasil y ya está presente en 20 mercados.

Junto a la empresa gallega La Patrona, ha participado en varios programas con apoyo de la Unión Europea.

Además, y otro ejemplo del interés de Bruselas en este sector es el proyecto Photofuel, también costeado con fondos europeos, que desarrolló combustibles biocatalizadores para vehículos basados en algas previamente modificadas genéticamente.