Los neurólogos no ven como causa aislada de esclerosis múltiple a la mononucleosis

Un estudio sugiere en la revista ‘Science’ que hay relación directa, hipótesis de la que discrepa la Sociedad Española de Neurología
Esclerosis múltiple
Juan David
Imagen de una prueba radiológica para estudiar el desarrollo de enfermedades neurológicas degenerativas. Foto: ECG

La Sociedad Española de Neurología (SEN) puntualizó ayer que todas las investigaciones siguen apuntando a que el desarrollo de la esclerosis múltiple (EM) es resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, y no de una única causa.

La SEN hizo esta aclaración después de que el jueves la revista Science publicase un estudio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) que sugiere que esta enfermedad degenerativa está probablemente originada por el virus de Epstein-Barr (VEB), que puede llevar a desarrollar mononucleosis infecciosa, también conocida como enfermedad del beso.

El comunicado de la sociedad médica subraya que sigue sin estar claro por qué la esclerosis múltiple, una enfermedad crónica autoinmune y degenerativa del sistema nervioso central, se manifiesta en algunas personas y en otras no.

La esclerosis múltiple es el trastorno neurológico discapacitante no traumático más común en los adultos jóvenes de los países desarrollados, y en las últimas décadas su prevalencia ha aumentado en todo el mundo.

Se estima que hay aproximadamente tres millones de pacientes en todo el mundo y unos 55.000 en España, en su mayoría mujeres (tres casos por cada uno masculino) que manifiestan la enfermedad entre los 20 y los 40 años.

A día de hoy, todavía no se conoce la causa que la produce aunque la mayor parte de los estudios apoyan la existencia de factores ambientales en individuos genéticamente predispuestos.

Los mismos estudios apuntan a que la afluencia de estos factores ambientales es crucial durante la niñez y que las dos primeras décadas de vida son fundamentales en el riesgo de padecer esclerosis múltiple.

Además, esta enfermedad degenerativa no sigue un patrón de herencia convencional, sino que se identificaron más de 200 genes que influyen en el riesgo de desarrollarla cuando el individuo se expone a determinados factores ambientales.

De momento se desconoce cuáles son los factores ambientales directamente relacionados con el desarrollo de la esclerosis múltiple, aunque se estudiaron algunos como los niveles de vitamina D, el tabaquismo, el consumo de sal, la obesidad en la adolescencia y la exposición a diferentes agentes infecciosos como el virus de Epstein Barr (VEB), entre otros.

Estas teorías “de la higiene” se basan en datos epidemiológicos que muestran que, en los países en vías de desarrollo, la infección por VEB sucede en la primera infancia, mientras que en los países desarrollados esta infección se retrasa a la adolescencia, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar mononucleosis infecciosa.

No hay pruebas sólidas. Sin embargo, advierte la SEN, aunque hay pruebas sólidas de que la mononucleosis infecciosa es un factor de riesgo importante para desarrollar esclerosis múltiple, también es cierto que la altísima prevalencia de seropositividad al VEB en la población general (95%) y la frecuencia relativamente baja de incidencia de esclerosis múltiple plantea un gran desafío para probar la causalidad directa.

En resumen, la infección por VEB antes de los 15 años podría influir en el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple (...) pero “el hecho de que una persona haya desarrollado una infección por este virus, no implica que necesariamente vaya a desarrollar esclerosis múltiple ya que la enfermedad es multifactorial”, concluye la SEN, informa Efe.