Madrid acogió una marcha del Orgullo puramente reivindicativa

Con aforo limitado de 25.000 personas, volvieron a pedir por una ley trans integral
Día del Orgullo
Andrea Barreiro
Mujer celebrando el día del Orgullo en la marcha por los derechos LGTBI. Foto: Europa press

La marcha del Orgullo LGTBI 2021 tuvo lugar ayer con un recorrido por las calles de Madrid en un año “puramente reivindicativo”, marcado por la pandemia, con aforo limitado de 25.000 personas, sin carrozas y centrada en la lucha por una ley trans integral y en el rechazo a la ultraderecha.

“Los derechos no se negocian, se legislan: ¡por una Ley Integral Trans ya!” es el lema que se lee en la cabecera de la manifestación, en referencia a la norma cuyo anteproyecto aprobó el Gobierno la semana pasada después de meses de negociaciones en el seno del propio Ejecutivo.

Tras esa pancarta caminan activistas trans de las dos asociaciones convocantes, Felgt y Cogam, que poco antes del arranque explicaron a los medios de comunicación las reivindicaciones de una manifestación menos multitudinaria y espectacular que antes de la pandemia, pero marcadamente política.

“Este año es un año puramente reivindicativo, está marcado por las leyes que están en el Congreso de los Diputados”, dijo la presidenta de Cogam, Carmen García de Merlo, en una edición en la que, tras la pausa de la pandemia, la lucha Lgtbi pretende “recuperar la calle”, aunque con la responsabilidad de guardar, recordó, las distancias de seguridad sanitarias.

De Merlo también criticó al Ayuntamiento de Madrid, que “prácticamente no ha hecho nada” para ayudar a organizar la manifestación.

La presidenta de Felgtb, Uge Sangil, se refirió al anteproyecto aprobado la semana pasada. “Sabemos que no es el borrador que queremos”, ha dicho sobre el texto, en el que las asociaciones quieren que se incluya a las personas no binarias (que no se reconocen como hombre ni como mujer), de los migrantes y de los menores.

Aún así, aseguró que “hoy es un día histórico” porque se ha “conseguido la despatologización y autodeterminación del género”, aunque ha añadido que hay que “seguir luchando por mejorar este anteproyecto de ley”.

En la edición de este año hay tres cabeceras. Detrás de la primera reivindicando la ley trans, se ha organizado una segunda con el lema “Ni un paso atrás”, en protesta por el ascenso de la ultraderecha en las instituciones y el aumento de la legitimación de los discursos de odio.

Finalmente, una tercera conmemora el 40 aniversario de la aparición del primer caso de VIH en el mundo. “40 años de VIH. Faltan muchas personas en este Orgullo, sobra estigma. Indetectable = Intransmisibles”, dice su lema. Sobre la segunda, Sangil afirmaron que no darán “ni un paso atrás” y que quieren ocuparán “el espacio que nos quieren quitar” en la plaza de Colón, escenario en los últimos tiempos de importantes concentraciones de la derecha y donde acabará la marcha, que arracó de la plaza de Atocha.

“Ni un paso atrás ante los discursos de odio, ante los asesinatos, ante la transfobia, ante la lgtbifobia, ante los cómplices del PP y Ciudadanos, de la ultraderecha, de Vox”, añadió.

En un ambiente festivo, con furgonetas recordando a los asistentes la obligatoriedad de las mascarillas, la marcha ha empezado desde la plaza de Atocha sin incidentes en medio del calor algo aplacado por algunas nubes

Los representantes políticos, como ya ocurrió en la última manifestación del Orgullo de 2019, marchan detrás de las entidades convocantes.

No acudieron ni el PP ni Vox, pero sí miembros del PSOE, Podemos, Más Madrid y Ciudadanos. zas municipales con Vox. Por parte del Gobierno, participaron el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra Igualdad, Irene Montero, impulsora de la ley trans desde el gobierno.