Matt Damon y Ben Affleck llevan los ecos del #Metoo a la Francia del siglo XIV en la cinta
‘El último duelo’

Cine
Santiago Gallego
El realizador Ridley Scott cierra el ciclo feminista que abrió con ‘Thelma & Louise’ de la mano de un drama histórico.

Matt Damon y Adam Driver se enfrentan en un combate a muerte en The last duel (El último duelo), la película de Ridley Scott que ha hecho llegar los ecos del #Metoo a la Francia del siglo XIV. Basada en hechos reales, contados por Eric Jagger en el ensayo del mismo título de 2004, la escritura del guion ha vuelto a reunir a Matt Damon y Ben Affleck, quien se reserva un papel secundario, más de veinte años después de Good Will Hunting (El indomable Will Hunting), por la que consiguieron un Oscar al mejor guión original

La historia, contada desde tres puntos de vista diferentes, gira en torno a una mujer noble (Jodie Comer) que en la Francia del siglo XIV decide testificar en contra del mejor amigo (Adam Driver) de su marido (Matt Damon) a causa de una violación, lo que llevará a que el destino de los tres se decida en un duelo a muerte. Fue el último juicio por combate celebrado en París, en 1386. Jean de Carrouges (Damon) es un caballero experimentado y de una familia respetada que lucha por el poder y la posición; Jacques Le Gris (Driver), favorito de la corte acusado del delito, y Marguerite de Carrouges (Comer), una heroína adelantada a su tiempo.

El guion, en el que también ha participado Nicole Holofcener, tiene un enfoque de gran actualidad y en el que resuena el movimiento #Metoo a la hora de abordar el sentimiento de culpa, la falta de credibilidad y la conminación a guardar silencio que sufren las mujeres víctimas de violación. La búsqueda de la verdad, el poder y la supervivencia son temas universales que aborda la trama.

‘claroscuro’. Cuenta la historia de dos mujeres negras, Irene Redfield y Clare Kendry, cada una de las cuales puede hacerse pasar por blanca pero elige vivir en lados opuestos de la línea de color en el Nueva York de 1929. Se trata de una narración íntima y muy subjetiva que utiliza el pasar tanto literal como metafóricamente para explorar no sólo la identidad racial, sino el género: las responsabilidades de la maternidad, la sexualidad y la interpretación de la feminidad. En el fondo, es un thriller psicológico sobre la obsesión, la represión y las mentiras que la gente se cuenta a sí misma y a los demás para proteger sus realidades cuidadosamente construidas.

Dirigida por Rebecca Hall, la película es una adaptación de Claroscuro, novela escrita por Nella Larsen y publicada originalmente en abril de 1929.

‘Érase una vez en Euskadi’. Euskadi 1985. El colegio ha terminado, por fin llegan las ansiadas vacaciones. Marcos y sus tres amigos, José Antonio, Paquito y Toni, reciben expectantes la llegada del verano, un verano prometedor sobre todo porque a sus doce años poco importa dónde, ni cuándo, ni cómo. Recorrerán las horas en el laberinto que la vida les ha deparado, en una Euskadi antigua, luchadora, convulsa. Un laberinto de paredes grafiteras, donde rebotan las pelotas de goma y los sueños de libertad; cubierto de un cielo gris prefabricado en cooperativas, donde la muerte y la vida ya no mantienen relaciones formales. Con los recuerdos de su infancia en un pueblo vasco, cuando el terrorismo de ETA golpeaba a menudo y la heroína hacía estragos entre los jóvenes, el cineasta Manu Gómez escribió un guión que ha llevado a su ópera prima, Érase una vez en Euskadi.

A los actores niños -entre ellos Asier Flores, el pequeño de Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar- los seleccionó en un casting en Madrid, y para los papeles adultos recurrió a actores conocidos como Luis Callejo, Marian Álvarez, Vicente Vergara, Pilar Gómez, Vicente Romero, María Isasi, Arón Piper, Yon González y Josean Bengoetxea.

‘Impuros’. El cineasta Alberto Utrera reconoce que aún no es sencillo hablar de ETA en España, de modo que optó por sentar frente a la cámara a dos rostros conocidos víctimas de la violencia y mostrar que se puede abordar el terrorismo sin pizca de odio, ira o venganza. Eduardo Madina y Borja Sémper son los dos hilos conductores de Impuros, documental que narra a través de la memoria de estos dos políticos cómo fue su día a día con el terror.

Nacidos con un día de diferencia, mientras que el primero decidió afiliarse muy de joven al PSOE, el segundo lo hizo en el PP, pero, al margen de esta elección, sus caminos estaban llamados a cruzarse en la lucha contra la desigualdad y la injusticia. Los dos y sus familias sufrieron la violencia terrorista y, tras mucho tiempo de reflexión, ambos creen que “no es tan fácil ni tan evidente llegar a comprender por qué alguien te quiere matar ni por qué alguien quiere matar a tanta gente”, confiesa el propio Madina en el documental.

‘La Club Virginia’. La pieza cinematográfica, dirigida por el director alicantino Manuel Iborra, es un documental sobre la película de 1992 Orquesta Club Virginia protagonizada por un reparto deslumbrante con Jorge Sanz, Antonio Resines, Santiago Ramos, Enrique San Francisco, Juan Echanove, Pau Riba y Emma Suárez. La Club Virginia es una crónica divertida y amarga de lo que fue un rodaje lleno de problemas de todo tipo, tanto personales como cinematográficos pero también un canto de amor al cine. La Club Virginia es un retrato del fracaso de un director superado por la película y de la inquebrantable amistad que se creó entre sus protagonistas.