Muere en accidente el actor Chete Lera

De 72 años, el gallego fue ingeniero aeronáutico y piloto, además de intérprete tardío y autodidacta
alicia g. arribasMadrid
El actor Chete Lera. Foto: E.P.

Chete Lera llegó tarde a la interpretación pero desde luego por una decisión muy meditada; antes de actor, el gallego fue ingeniero aeronáutico y piloto de aviación, y algunas otras cosas. Cerca de los cuarenta años le dio por estudiar psicología y allí se juntó con un grupo de gente “rara” que leía y hacía teatro.

Al principio, se tomó eso de actuar como una disculpa para ocupar el tiempo libre pero pronto se dio cuenta de que era realmente lo que le gustaba. Presumía de autodidacta y de lo que se aprende cuando no se sabe nada.

Su imagen, guapetón, bien plantado, desde sus primeras apariciones en el cine y en la tele luciendo una interesante barba canosa y una melenaza gris, unida al sonoro nombre que eligió para su vida artística hicieron queno pasara desapercibido.

Nació en A Estrada, pero de casualidad, porque el parto sorprendió a la madre en casa de su hermana, aunque él era realmente de Corcubión.

Era amante de los animales y no se separaba de sus perros China y Pindo. Soñaba con interpretar al rey Lear, con más poderío y una edad avanzada. Decía que “estaba bien” cumplir años; era muy crítico consigo mismo y siempre veía en sus cosas más errores que aciertos.

Además de ingeniero y piloto, fue empleado de banca, medio psicólogo y finalmente actor, sobre todo de teatro, aunque también estuvo en más de setenta proyectos audiovisuales: casi cuarenta largometrajes, una decena de cortos y tvmovies y otras tantas series de televisión, con apariciones más o menos constantes en populares series como Médico de familia, Cuéntame cómo pasó, El ministerio del tiempo o Mira lo que has hecho.

Después de su aparición en La ardilla roja, de Julio Medem, el gallego interpretó a Ventura, uno de los “parientes” de la disfuncional Familia (1996) y participó en Barrio (1998), de León de Aranoa.

Luego trabajó con algunos de los mejores directores, Armendáriz (Secretos del corazón, 1997), Alejandro Amenábar (Abre los ojos, 1997), Imanol Uribe (Extraños y Plenilunio, ambas en 1999), Bollaín (Flores de otro mundo, 1999), Herrero (El misterio Galíndez, 2003), o Cuerda (Todo es silencio 2012). Pero fue la coral Smoking room (2002), dirigida por Roger Gual y Julio D. Wallovits, la que más reconocimientos le dejó.

Lera, cuyo nombre real era Ramón Mariano Fernández Lera, era el mayor de once hermanos, varios inclinados al mundo artístico, como el escritor Antonio Fernández Lera, el cantautor Héctor Lera, componente durante los años 80 de grupos como Girasol o Ventolera, y el también músico Joaquín Lera.

Desarrolló también una larga carrera en los escenarios y estuvo muy implicado en el teatro alternativo y de vanguardia. Entre los noventa y los dos mil, estaba en lo más alto de su carrera y compaginaba sus apariciones en el cine con los escenario.

Aunque habría estado bien, como él decía, seguir cumpliendo años, un accidente de tráfico se llevó su vida en un barranco malagueño. A sus 72 años, seguía intacta su cabellera blanca.