Pardo Bazán ‘usurpó’ lo masculino al reivindicar el deseo sexual femenino

La académica Marilar Aleixandre destacó la ambición de la escritora coruñesa frente al recato que se esperaba de las mujeres
Centenario Pardo Bazán
Irene Jiménez
La académica y profesora ‘ad honorem’ de la Universidad de Santiago de Compostela Marilar Aleixandre. Foto: ECG

Emilia Pardo Bazán identificó el decoro como un “obstáculo” para las aspiraciones de las mujeres y por eso, en la construcción de su identidad como escritora, “usurpa o invade territorios masculinos” haciendo suyos temas como la reivindicación del placer sexual femenino.

La académica y profesora ad honorem de la Universidad de Santiago de Compostela Marilar Aleixandre participó en el Congreso Internacional Emilia Pardo Bazán, cien años después, que se celebró en la sede de la Real Academia Galega, donde abordó la obra de la escritora coruñesa La educación del hombre y de la mujer y otros escritos feministas, así como un artículo sobre este tema publicado en 1915 en la revista La Ilustración Artística.

Según Aleixandre, Pardo Bazán demostró su ambición frente al recato que se esperaba de las mujeres, mostró también su emancipación como escritora profesional y se apropió de territorios masculinos en cuanto a los temas que abordaba y su lenguaje.

“La construcción de su identidad como escritora, que supone una deconstrucción de representaciones sociales, se realiza tanto explícitamente en su propia voz, en ensayos y en artículos, como a través de la ficción”, explica.

Por ello, la académica subraya que Pardo Bazán, al contrario que otras escritoras del siglo XIX como George Eliot o George Sand, nunca recurrió al anonimato o a esconderse bajo un pseudónimo de varón para publicar sus obras, un gesto “que se interpretó en aquel momento como un ejercicio de inmodestia”.

También intervino en este congreso la catedrática de la Universidad de Nueva York Jo Labanyi, con una ponencia sobre la revista Nuevo Teatro Crítico (1891-1893), redactada en solitario por Pardo Bazán y empleada como “instrumento de publicidad para su obra y figura pública”.

En opinión de Labanyi, se trataba de una “empresa singular en el sentido literal”, pues la escritora coruñesa redactó la totalidad de sus doce números al año, de más de cien páginas cada uno, que utilizó como una “herramienta de autopromoción”.

“Su creación le permitió ser su propia agente literaria, además de construir una imagen de feminista militante y, al mismo tiempo, católica entusiasta”, resume la profesora, que considera que, de todos los escritores del siglo XIX en España, fue ella la que mejor entendió la importancia de la “publicidad periódica” para la carrera literaria.

La proyección pública que Emilia Pardo Bazán buscaba llegó la finales del siglo XIX hasta los Estados Unidos, y tampoco en este caso la propia autora fue ajena a la difusión de su figura y obra a la otra orilla del Atlántico, expone la catedrática de la UNED Ana María Freire López, que presentó su estudio de la imagen de la persona de Pardo Bazán y del que se dijo de su obra en la prensa norteamericana de aquel momento.

Tras la presentación de diversas comunicaciones, el académico Ramón Villares cerró por la tarde la última jornada en la sede de la RAG del congreso, que continuará hoy y mañana en la Universidad de Santiago de Compostela y el Consello da Cultura Galega. El historiador y catedrático emérito de la USC ofreció un relatorio centrado en la condición de Pardo Bazán como intelectual en la crisis del 98.

La autora, que se situó en una postura rexeneracionista, fue la única mujer que participó en el informe sobre oligarquía y caciquismo que el Ateneo de Madrid le encargó a Joaquín Costa y desarrolló también su posición en muchos artículos de prensa, especialmente en las conferencias que pronunció en París, Valencia y Ourense.

Ramón Villares sostiene que el claro posicionamiento público que demostró en relación con esta crisis añadió al perfil de escritora de Pardo Bazán, el de intelectual. “Ni Unamuno se expresó como ella hizo, ni Azorín, ni muchos de los que conocemos como Generación del 98 se expresaron con la contundencia y con el rigor que ella se expresó sobre esta crisis nacional”, concluyó.