Pili Pampín y sus chicas: del karaoke familiar a la televisión y futura verbena

Tras 30 años de trayectoria, la artista se ha ganado el cariño de todo el público
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Y también Flavia y Luz, tras actuar la pasada semana en la TVG. Foto: ECG

“Galicia sempre, eu canto a Galicia sempre”, así lo predicaba la conocida cantante gallega Pili Pampín en el año 1994, solo tres años después de comenzar su andadura en el mundo de la música, y así lo sigue manteniendo aún a día de hoy, tras 30 años de exitosa carrera profesional en los que se ha dado a conocer ante su público no solo como una gran voz del panorama autonómico, sino también como una gran humorista y un rostro amable que, a través de las pantallas de la TVG, acompaña muchas noches a cientos de gallegos.

Desde siempre su vida estuvo marcada por la música. “Siempre me gustó cantar, desde pequeña, aunque a nivel profesional empecé a los 17 años”. Fue a esa edad cuando, durante su actuación en una boda, la vió el por aquel entonces (año 1991) director de la orquesta Compostela, Manuel Muñiz. “Me dijo que cantaba muy bien y que le gustaría hacer un proyecto conmigo, y ya sabes que después de comer y beber en una boda se dice de todo, así que no le hice mucho caso”, se ríe la artista.

Cuál fue su sorpresa cuando la propuesta resultó ser real más pronto que tarde. “A la semana siguiente me llamó y me dijo que fuese a su casa”, recuerda Pili, que prosigue: “Allí me presentó a su mujer”. En aquella época, la artista era muy dada a cantar canciones de Rocío Jurado y de Rocío Durcal y, “como a la mujer de Manuel Muñiz le encantaba toda la copla habida y por haber le dijo: venga, ya, hay que lanzar a esta niña”, relata. Y, desde ese mismo momento, hasta la actualidad, no ha dejado los escenarios ni las verbenas, siendo su primera actuación en directo en la Pascua de Padrón, en 1992.

“Nunca me esperé llegar tan lejos, pero ahora puedo presumir de que las cosas me fueron muy bien y de que tengo un público que me quiere, que me admira y para el que siempre intento estar y no defraudarlos”, asevera la cantante, que sin duda pone a su público por encima de todas las cosas, porque sabe que se debe a ellos. De ahí esa necesidad que le sale del alma en cada canción por ensalzar al pueblo gallego.

NACEN LAS PAMPINA’S GIRLS. Ahora, a sus 49 años, habiendo logrado todos sus objetivos en el mundo de la verbena y sin dejar nunca de soñar, la cantante natural de Ribasar (Rois) nos da a conocer a toda una revelación dentro de su familia: se hacen llamar ‘las Pampina’s Girls’, y son Flavia y Ximena (sus dos hijas, de 18 y 13 años), y Luz y Estela (sus dos sobrinas, de 22 y 15 años). Junto a ellas fue la encargada de inaugurar el programa de A Liga das Familias Extraordinarias, recién estrenado, y de amenizar la víspera de Reyes de los gallegos a través de un programa especial.

“Durante los veranos siempre nos juntamos en casa de mi suegra. Nos vamos allí los domingos o durante todo el fin de semana, sacamos el karaoke y allí estamos toda la tarde”, nos revela a EL CORREO la cantante. “¡Los vecinos deben estar hasta el gorro de nosotros!”, bromea junto a las chicas, que la miran con complicidad, dejando notar la sintonía que existe entre las cinco.

Las increíbles voces de las pequeñas, aparte del innegable talento que tiene que venir de cuna, también son producto de los consejos de su madre y tía y de los ensayos en estos karaokes improvisados. “Y ensayamos eh, ya llevamos años dándole que te pego a la historia”, ríe Pili.

SU MADRE Y TÍA LAS APOYARÍA EN TODO. Y claro, de tanto ensayar, las chicas ya quieren comenzar a hacer sus primeros pinitos en el mundo de la música a nivel profesional. Tanto que hasta están pensando en formar su propio grupo de música y no descartan dedicarse a ello en un futuro. “Sería muy buena idea, aunque la cosa ahora está difícil”, confiesa la hija mayor de Pili Pampín, Flavia.

Sin pensárselo dos veces, y ante el entusiasmo de sus chicas, Pili salta de la mesa: “¡a mí me encantaría!”. “Yo iba de mánager y me retiraba ya, yo les doy para delante”, bromea la artista. “La tía nos compone las canciones y nosotras las cantamos”, propone Estela; “o tambiénpuede ser al revés, componerlas nosotras y que las cante ella”, plantea Flavia; “o le hacemos los coros”, dice Ximena; “mejor que baile”, piensa Luz. Sin duda, ideas no les faltan a ninguna de ellas, a cada cuál más atrevida.

Con todo, Pili no querría que se dedicasen únicamente a la música desde un inicio, sino “que primero estudiaran y después, si se quieren dedicar a la música, pues me encantaría”. Considera que lo primero es tener un oficio porque “en este mundo (del artisteo) hoy estas arriba como puedes estar mañana abajo”.

Por ello, el mejor consejo que les puede dar es “que tengan los pies en el suelo”, porque “se van a encontrar de todo en el camino, no todo es jauja, como digo yo”. “Se van a encontrar impedimentos, envidias, tropezones, y se levantarán, ya que de eso también se aprende”, apunta.

Así, Luz, su sobrina de 22 años, ya ha hecho un ciclo superior de administración y finanzas y se encuentra en estos momentos preparando oposiciones. Flavia, de 18, está terminando segundo de Bachillerato y le gustaría estudiar Educación Infantil. Estela, de 15, está en cuarto de la ESO; y Ximena, de 13, en segundo.

AMOR POR LA TIERRA Y SOLIDARIDAD. Aparte de su afición por la música, las chicas y Pili comparten otra pasión: el amor a su tierra. Tanto es así que “fueron ellas las que eligieron interpretar el tema Galicia sempre en el programa A Liga cuando les propusieron cantar un tema mío”, asegura. “Yo ya tengo mis temas tan oídos... Pero era el que más les gustaba a ellas”, afirma con cariño.

Y es que Pili siempre ha dejado bien alto el orgullo por su tierra y se ha mostrado comprometida con sus gentes. Al igual que hizo en su tiempo la gran Ana Kiro, con la que tantas veces han comparado a Pili. “Para mí es todo orgullo total que me identifiquen con ella”, asegura. “Fue una gran amiga y una gran compañera, a la que echo muchísimo de menos”, afirma. De hecho, en los inicios de Pili Pampín como artista “me preguntaban si era hija de Ana Kiro”, recuerda entre risas.

Otra de sus facetas es la solidaria y, este año, con todo el tema del COVID y el confinamiento, lo ha vuelto a demostrar. Ha participado en dos canciones para motivar a la gente a pensar que, sin duda, saldremos de esto: O teu Nadal y Que la música no pare. Además, siempre ha participado en la comida solidaria que organiza en Navidad el restaurante Chef Rivera de Padrón.

Aquí entronca también su vinculación al mundo de la hostelería. Pues durante muchos años su familia tuvo el restaurante Pampín en A Escravitude, cerca de Santiago, donde “yo trabajé mucho”. Su amor por el sector es tal que “si algún día dejo la música me gustaría tener mi propio negocio de hostelería”.

Por el momento, lo único que desea es poder volver a subirse a un escenario lo antes posible. “Voy a saltar como una loca, me va a encantar”, cree ella. Y, quién sabe si ese regreso puede ser de la mano de sus cuatro chicas favoritas.