Prevén cifras similares a las de 2019 en el turismo nacional

La secretaria de Estado, Isabel Oliver, aboga por mantener los precios para no perder competitividad, pese a la poca demanda extranjera por el coronavirus
Ramón González
Turistas españoles en la compostelana praza do Obradoiro a principios de este mes de julio. Foto: Fernando Blanco

La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, espera que el turismo nacional alcance este verano posiblemente unas cifras muy similares a las del año pasado, al tiempo que aboga por mantener los precios, pese a la debilidad de la demanda extranjera por la covid-19, para no perder competitividad.

Aunque, en estos momentos, hay un poco más de optimismo ante la temporada estival, Oliver reconoce que va a ser “tremendamente difícil”, al igual que el resto del año y “a ver si en 2021 vamos ya recuperándonos”, señaló en una entrevista con Efe.

Para impulsar la demanda, Oliver se muestra más partidaria de ofrecer atractivos en forma de una mayor flexibilidad o una atención distinta que de descuentos, porque “lo suyo es mantener los precios” para que España no pierda competitividad. “Este equilibrio es muy difícil, pero creo que es importantísimo”, agregó. La secretaria de Estado prevé que la demanda nacional va a funcionar “muy bien” en verano, ya que tiene “todo a favor”, mientras que el turismo internacional es “otra historia totalmente distinta”.

Está sometido a una fluctuación, volatilidad e incertidumbre, que juntas “hacen muy difícil, por no decir imposible, dar alguna previsión”. Se está recuperando gradualmente la conectividad aérea, pero la flexibilidad en las reservas, necesaria por otra parte, ya que, sin ella, en este momento tan cambiante sería muy difícil que la gente se anime a viajar, “añade aún más incertidumbre”, apuntó.

En cambio, Oliver se mostró convencida de que los rebrotes que se están produciendo, se están controlando “razonablemente bien” y tienen alguna incidencia “localmente”, pero no a nivel de país España. Para la secretaria de Estado, el corredor turístico piloto entre Baleares y Alemania lanzado en junio, además de ayudar a implantar de manera efectiva los protocolos que se habían estado elaborando, fue un mensaje “muy potente” en el sentido de que España es un destino seguro y preparado para recibir turistas y tuvo “una fuerte repercusión mediática” en nuestros mercados emisores.

Los destinos que dependen por tradición del turismo internacional -la costa mediterránea y los archipiélagos- se verán más afectados por la crisis, junto con aquellas actividades que tienen lugar en espacios cerrados o con un mayor número de personas.