Límites. A falta de celebraciones, parece haberse trasladado a las redes sociales y a las videollamadas// Queda saber si alguien irá al supermercado disfrazado TEXTO Lorena Rodríguez de la Torre

Un año sin poder sentir el carnaval en Xinzo de Limia

Lorena Rodríguez de la Torre
Freno. La suspensión del carnaval de Xinzo de Limia no tiene muchos antecedentes. Foto: cedida

Nada es lo que era en el carnaval de Xinzo (Ourense). El petardazo que marca su inicio se ha trasladado a Instagram. Han sido muchas las videollamadas, de diferentes personas, para vivir este momento unidos. “Porque el Entroido somos nosotros”, ha sido su mensaje.

La localidad se resigna a vivir un año sin el “sentimento” del Carnaval que supone esta fiesta y su forma particular de vivir el “entroido”, y sin el oxígeno económico que supone para la villa ourensana esta celebración, la más larga de todo el noroeste peninsular. El carnaval de Xinzo fue declarado en 2019 Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Ayer tenía que haber iniciado ya su ciclo festivo de carnaval con el Domingo Fareleiro, el primero de los tres “gordos”, previos a la entrada en los días propios del carnaval.

“Este año no toca ni charangas, ni fiesta, ni música”, resume a Efe la alcaldesa socialista, Elvira Lama, quien lamenta que “este año no puede ser” debido a la “complicada” situación sanitaria.

El consistorio apela a la prudencia, consciente de que “lo primero es la salud”, y pide cambiar “sentimento por sentidiño”.

En la actualidad, Xinzo tiene limitada toda su actividad a lo esencial tras contabilizar más de 237 casos activos en una población de apenas 9.637 habitantes y una tasa de contagios disparada por encima de mil.

La difícil situación sanitaria ha provocado que todas las localidades que conforman el denominado Triángulo Mágico del carnaval, Xinzo, Verín y Laza, al igual que el resto de ayuntamientos, hayan cancelado toda su programación.

La suspensión del carnaval de Xinzo no tiene muchos antecedentes. Ni la Guerra Civil ni la posterior Dictadura frenaron las celebraciones de Carnaval.

A sus sesenta años, Suso Fariñas, vecino de esta localidad y que lleva “la Pantalla” en la sangre –las tradicionales máscaras que cubren sus rostros– no recuerda un año en que este personaje, emblema de este carnaval, no saliese, ni siquiera en la dictadura.

De hecho, recuerda que pese a la prohibición, las Pantallas, una especie de “demonio” cuyo objetivo era asustar y que con los años se fue dulcificando, “se ponían la careta y salían igual, con el traje oculto bajo una gabardina”, exponiéndose a multas e incluso a penas de cárcel.

Este vecino, que nunca faltó a esta cita, salvo los dos últimos años por motivos de salud, está convencido de que este 2021 no será una excepción y que “alguno saldrá igual”, pese a la COVID-19.

Este gallego, que sabe de lo que habla, asegura que el sentimiento es tan fuerte que “no te puedes quedar con él dentro” y que “hay que echarlo para fuera”, bien desde el balcón o en la calle.

Defiende que “nadie” les puede prohibir salir a “dar dos carreras” a la calle o vestirse en su casa. Eso sí, “nada de ir en grupo ni a los bares”.

De momento y a falta de celebraciones, el entroido parece haberse trasladado a las redes sociales y a las videollamadas.

En las redes, se pueden leer estos días mensajes que rezan: “Será triste, será raro pero será” y que el carnaval “somos nosotros”.

“Porque esa ilusión y ese sentimiento con el que vivimos, no hay en pandemia en el mundo que nos la quite”, recoge la asociación A Pantalla.

PREMISA. Sea como sea, Xinzo se prepara para un atípico entroido, sin eventos sociales y con una premisa. “Hay que echarlo fuera para que no te coma”, resume Fariñas.

Queda saber si alguien irá al supermercado disfrazado o saldrá con el traje de Pantalla a hacer deporte, siempre cumpliendo con todo lo que marquen las normas.