Augas minimizará el riesgo de inundaciones en Catoira
La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, a través de Augas de Galicia, adjudicó por 286.557 euros las obras para minimizar el riesgo de inundaciones en los ríos Ulla y Sar a su paso por el municipio de Catoira. Este contrato, adjudicado a la empresa Construcciones Enrique C. Casas S.L., cuenta con un plazo de ejecución de seis meses y se centra en la ejecución de las obras necesarias para la mejora del espacio fluvial del arroyo de Gondomil, en el cruce con la carretera provincial EP-8702, en el mencionado municipio pontevedrés.
La Xunta, a través de Augas, prevé iniciar las obras en el primer trimestre de 2023. Los trabajos se enmarcan en el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Catoira, por el que la Xunta asume íntegramente su financiación y ejecución y la entidad local se compromete a la puesta a disposición de los terrenos necesarios y al mantenimiento y conservación de las actuaciones que se lleven a cabo. Las citadas intervenciones serán cofinanciadas con fondos Feder, en el marco del programa operativo Feder Galicia 2014/2020.
Esta intervención está identificada como prioritaria en el plan específico para la gestión del riesgo de inundación en el área de riesgo potencial significativo de inundación en estos ríos. Más en detalle, el entorno del arroyo Gondomil ha variado a lo largo del tiempo, provocando la reducción del ancho de la ocupación de la cuenca, lo que se traduce en una merma de la capacidad de desagüe y un menor espacio para los desbordamientos controlados en sus márgenes.
MUROS DE CONTENCIÓN. Para solventar estos problemas, las obras objeto de este contrato se ocuparán del acondicionamiento del arroyo Gondomil incrementando su sección e implantando muros de contenció a lo largo de un tramo de aproximadamente 160 metros.
Para eso, se ejecutará un canal de aguas bajas con un ancho de 1,75 metros y una altura de 35 centímetros. El lecho se proyecta limitado por muros. A continuación, se ejecutará una zona de anchura variable y pendiente del 2,5 % hacia la cuenca, en la que se dispondrá de una geomalla biodegradable. Para salvar la diferencia de cota entre el terreno actual y la cuenca se disponen “muros de coieira e Krainer”, en función de la altura, y en algunas zonas se modificarán las secciones en uno de las márgenes.
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