De camisetas a bolsas; de calcetines a títeres: así se enseña a reciclar ropa en Barbanza

En el año 2015, Cáritas Diocesana de Santiago constituía la empresa de inserción laboral Arroupa para ofrecer servicios de recogida de textil y complementos, clasificación y venta al público en tiendas propias para ayudar a quienes se encuentran en riesgo o situación de exclusión social y sin recursos económicos.

En la comarca del Barbanza tiene instalados veinte contenedores de ropa usada (6 en Ribeira, 5 en Rianxo, 5 en Boiro y 4 en A Pobra) en los que cada vez son más los vecinos que depositan prendas para darles una segunda vida con un fin solidario. Así, por ejemplo, en los cinco que hay en Boiro se recogieron el pasado año 31.811 kilos de textil.

Dos de ellos están ubicados en la Praza da Mancomunidade, uno junto a la iglesia de Santa Baia, otro en Cabo de Cruz y otro en Escarabote. Además, Cáritas cuenta con el ropero parroquial.

Todo el material recogido en estos recipientes es llevado a la nave que Arroupa tiene en el compostelano polígono industrial del Tambre para registrar todos los residuos recogidos y posteriormente clasificarlos según su destino final. “Estos contenedores no sólo contribuyen a una labor social, sino que son el inicio de una nueva recogida para todo el municipio”, afirmó el concejal boirense de Servizos Sociais, Raúl Treus.

A finales de 2023 todos los ayuntamientos gallegos deberán tener implantada, en todos los núcleos de población, una recogida específica de textil. Con esta propuesta se contribuye a fomentar la correcta recogida de estos residuos y se garantiza su tratamiento adecuado.

Y, en su camino hacia ese objetivo, lo cierto es que Cáritas no está sola y cuenta con la alianza proactiva de muchos concellos gallegos.

Es el caso del de A Pobra do Caramiñal, que continúa inmerso en nuevas campañas de sensibilización para el cuidado del entorno, en esta ocasión mediante el reciclaje de textil. La concejala de Medio Ambiente, Genoveva Hermo, explica que los alumnos del CEP Salustiano Rey Eiras y del CEP Pilar Maestú Sierra participaron en un obradoiro para el aprovechamiento de ropa en desuso de la mano de la Fundación Humana, con la colaboración de la empresa Urbaser. Convirtieron, así, camisetas en bolsas de tejido y aprendieron la importancia de las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar.

Previamente a esta acción, el pasado día diez de diciembre los chavales que asistieron a las actividades del Pequetroula también pudieron participar en un taller de esta misma índole y convertir calcetines en títeres con los cuales poder jugar.

EN TODO EL MUNICIPIO. Pero no son éstas las únicas actividades municipales en esa línea. El Concello pobrense puso en marcha un proyecto de reciclaje de textil tras instalar una docena de colectores específicos repartidos por todo el territorio municipal para facilitarle a sus vecinos y vecinas la separación en origen y evitar de este modo que la ropa y el calzado acaben depositados en colectores genéricos.

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