Dolor e intimidad durante los sepelios de los jóvenes de Caldas, Moraña y Vilagarcía

Álex y Cristian fueron enterrados en las parroquias de Santa Mª de Godos y San Lourenzo, y Beatriz fue incinerada en Rianxo
Siniestros
Sol Elvira
Familiares y allegados acompañando el féretro del joven Álex Castro. Foto: Sangiao

Dolor, consternación e intimidad, estos fueron los sentimientos que ayer presidieron los actos de despedida de los tres jóvenes de Caldas, Moraña y Vilagarcía que el pasado miércoles perdieron la vida en un trágico accidente de tráfico sembrando el luto en estas localidades pontevedresas. Los actos religiosos se celebraron cumpliendo las medidas de seguridad que todavía impone la situación de pandemia.

El primero de los sepelios, el de Christian Monte, de 19 años, se celebró a las 16.00 horas en la iglesia parroquial de San Lourenzo de Moraña. Vecinos y familiares despidieron al joven en la intimidad entre muestras de dolor e impotencia que se dibujaban en los rostros de los presentes.

Unas expresiones que volvieron a repetirse una hora más tarde en el entierro de Álex Castro, de 24 años, que tuvo lugar a las 15.00 horas en la parroquia de Santa María de Godos, en Caldas de Reis.

Por su parte, el cuerpo de Beatriz Fontenla, vecina de Vilagarcía, de 18 años, partió a las 17.45 horas de la iglesia parroquial Santiago Apóstol de Carril hacia el tanatorio Sánchéz de Rianxo, donde fue incinerada en la más estricta intimidad.

Hay que recordar que el brutal accidente en el que perdieron la vida los tres jóvenes tuvo lugar en la medianoche del pasado miércoles, cuando salían de Caldas en un turismo Citröen Xsara, en dirección al vecino Cuntis, y una mala maniobra del conductor, que se saltó un stop, provocó el fatal siniestro: un choque frontolateral con un camión de frutas que circulaba en ese momento por la N-640 a su paso por Caldas.

Los dos jóvenes fallecieron en el acto, mientras que la chica logró sobrevivir unos minutos y dar la voz de alarma, aunque falleció poco después mientras excarcelaban a sus compañeros.

De los dos ocupantes del camión, tan sólo resultó herida de gravedad la acompañante, que se sigue recuperando de las heridas en el hospital de Pontevedra.