El Chicle negó ante la jueza que violase a su cuñada, con un relato incoherente

Sostuvo una versión contradictoria y con grandes lagunas con respecto al delito que se le imputa // Declaró a través de videoconferencia desde la cárcel de León, asistido por un letrado de oficio
Juzgados
Suso Souto
en familia. El Chicle, en una imagen que él mismo publicó en su día en su Facebook, en una terraza, al lado de su esposa, Rosario Rodríguez, con su cuñada Vanesa. Foto: Facebook

El rianxeiro José Enrique Abuín Gey, El Chicle (condenado a prisión permanente revisable por el crimen de Diana Quer) prestó declaración este martes a través de videoconferencia desde la cárcel por una supuesta agresión sexual a su cuñada Vanesa Rodríguez cuando ella tenía diecisiete años de edad.

La indagatoria de Abuín ante la jueza María Sol Rois, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Noia (prevista para este lunes, pero que finalmente tuvo lugar en la mañana de este martes tras aplazarse debido al señalamiento de otro procedimiento en el que debía participar el fiscal) tuvo lugar a las once y media de la mañana mediante videoconferencia desde el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León), donde cumple condena.

Durante su comparecencia, estuvo asistido por un abogado de oficio de Noia.

Según pudo saber este diario, El Chicle se opuso a su procesamiento negando con rotundidad la totalidad de los hechos que se le atribuyen y que podrían sentarle de nuevo en el banquillo de los acusados. Lo hizo ofreciendo una versión contradictoria con respecto a la del auto de procesamiento, y con poco fundamento para poder ser mantenida ante un tribunal.

Las mismas fuentes, dignas de toda solvencia, aseguran a este diario que José Enrique Abuín ofreció ante la jueza una versión con grandes lagunas y carencias, y que resulta difícil de sostener.

Por lo demás, el procesado ha prestado declaración en un acto que se ha desarrollado “con total normalidad”, según han indicado al respecto fuentes judiciales.

Cabe recordar que la denuncia que Vanesa Rodríguez presentó en 2005 fue archivada en su momento porque el informe forense no aportó pruebas concluyentes. En ella, había relatado que “me dijo amenazándome con un cuchillo que tenía en la guantera del coche que me quitara la ropa. Me dijo que le hiciera una felación, a lo que le dije que no. Luego sacó una caja de condones que tenía en la guantera y me dijo que eligiera sabor... se puso el condón y me penetró”.

El pasado día 14, el citado Juzgado noiés decretó el procesamiento de El Chicle al concluir que de las diligencias de instrucción practicadas se desprendían “indicios bastantes” de que el investigado realizó “actos atentatorios contra la libertad sexual” de la denunciante. La jueza relata que Abuín supuestamente convenció a su cuñada para llevarla al instituto, pero se desvió del trayecto hasta detener el turismo en un parque de Lousame, donde la intimidó con un cuchillo o navaja y la obligó a mantener relaciones sexuales. Después, le dijo que la había violado por contarle a su hermana que unos meses antes, en julio del año 2004, le había tocado el pecho por encima de la ropa.

Tras la presunta agresión sexual, según el auto, la dejó en las inmediaciones del instituto, “no sin antes advertirle de que, si lo denunciaba, mataría a su hermana, a su hija (sobrina de la víctima) y luego iría a por ella y a por sus padres”. La instructora destaca que el relato de la víctima durante todos estos años “ha sido coherente y consistente” y que se ha corroborado “por el resultado de otras diligencias de investigación”.

Además, concluye que el hecho de que José Enrique Abuín Gey fuese condenado por el asesinato de la joven madrileña Diana Quer, cometido en agosto de 2016, y por intentar agredir sexualmente a una joven en Boiro en diciembre de 2017, “refuerza los indicios de veracidad” de la denuncia de su cuñada (que es gemela de su esposa).

En el auto de procesamiento, la jueza recuerda que el término de la prescripción se computa desde el día en que la afectada alcanzó la mayoría de edad, en 2005, por lo que no estaría prescrito hasta 2020, y las diligencias se reabrieron en el año 2018.

Su Señoría entiende, sin embargo, que tanto el delito de abuso sexual presuntamente cometido por el procesado en 2004 sobre su cuñada, así como el de amenazas, derivado de las expresiones de muerte que supuestamente profirió el día de la agresión sexual, prescribieron en 2010.

La jueza indica que el procesado “habría ejecutado los hechos en solitario, sin contar con la ayuda de cómplice o coautor alguno, presentando las tres víctimas características físicas similares”.

Además, destaca que “se aprecian paralelismos en su forma de actuar, al apoderarse del móvil de las víctimas y hacer uso de algún instrumento peligroso, cuchillo o similar, para amenazarlas y conseguir su propósito”.