Estudian cómo poner coto al ‘atajo’ del puerto de Ribeira

Tras instalar señales que prohíben circular por el vial interior, Portos sopesa qué sistema implantar para controlar el acceso
Tráfico
Suso Souto
señales y marcas. Portos de Galicia colocó señales que prohíben el paso en el puerto y marcó de color verde las plazas de estacionamiento reservadas para los usuarios. Foto: BNG

Cuando los vecinos de Palmeira aún recuperan la calma tras el impacto que supuso la revertida instalación de bancos y bolardos en la zona portuaria (con la que se eliminaban plazas de aparcamiento), una nueva medida de Portos tiene en vilo a los ribeirenses: la prohibición del tráfico de vehículos entre la explanada del Malecón y la lonja, en el puerto de Santa Uxía.

Las señales ya están colocadas, aunque el organismo portuario informó que la prohibición aún no está en vigor, a la espera de concretar las medidas de control de acceso que se van a implantar (probablemente un sistema de tarjetas para usuarios).

Portos de Galicia recuerda que “la prohibición de acceso a la zona portuaria a todas las personas ajenas a la actividad ya existía” y que lo que pretende ahora es “mantener y reforzar esa señalización, además de reservar las plazas de aparcamiento para los usuarios acreditados”.

Dicho de otro modo: Portos avanza lenta y sigilosamente en su plan para reordenar el tráfico en un recinto portuario en el que hasta ahora venía haciendo la vista gorda.

Y es que el vial portuario es usado a diario como atajo para atravesar la zona del Malecón de punta a punta, esquivando los semáforos: desde la rotonda del mirador hasta la de la avenida das Carolinas.

Los primeros pasos para poner orden en el recinto los dio ya en abril del año pasado, cuando delimitó plazas de aparcamiento, reservando medio centenar (marcadas en verde) para usuarios. Una medida que implicó la eliminación de isletas y otros espacios en los que hasta entonces aparcaban unos cien coches.

El BNG ya expresó su “preocupación” ante los planes de Portos, indicando que “a situación do tráfico en Ribeira é mala, pero pode empeorar”. Rechaza la prohibición de circular por el vial interior e insta a Portos “a investir na mellora do mantemento dos peiraos” y a “parar de facer actuacións que espertan malestar social”.

En la misma línea se expresó el PBBI, que auguró que si se impide circular por el puerto “aumentará el caos en la avenida del Malecón, donde se suprimió un carril en cada sentido”. Considera que esa medida “causará un grave problema”. “Ribeira nació ligada al mar y siempre convivieron en armonía ciudad y puerto, pero los usuarios del recinto deben tener reservadas plazas para aparcar”, añade la citada formación.

Para el PSOE “vai afectar á vida social e estrangulará a economía da cidade. Preocupa a falta de infraestruturas disuasorias, polo que apremia executar e dinamizar as redes viarias en proxecto e plasmadas no PXOM”.

El patrón mayor, José Antonio Pérez, señaló que “en principio non temos inconvinte en que circulen os coches polo porto, pero si é necesario garantir prazas de estacionamento para os usuarios do recinto. Tamén é preciso incrementar a vixilancia e a seguridade, pois cada vez son máis frecuentes os roubos en embarcacións”.

El alcalde, Manuel Ruiz, dice que la medida que el Concello “habló” con Portos consistiría en colocar las barreras entre el acceso de la vieja lonja y el de la nueva.

Pero las señales colocadas no apuntan en esa línea.