“Inventámolo todo para axudar á xente con doce voluntarios: a élite”

Desde la oficina municipal se desvivieron para atender a unos mayores a los que el confinamiento lastró // Entregaron ropa, medicinas y alimentos a domicilio
Voluntariado
Marcos Manteiga
Servicio de ropero, que no pudo reabrir hasta finales de primavera con un grupo burbuja de cuatro voluntarios. Foto: OVA

Ames, uno de los concellos más poblados de la comarca, se las vio para ayudar durante el epicentro de la pandemia a sus mayores y vecinos sin recursos. Y en primera línea estuvo la Oficina do Voluntariado, dependiente del departamento de Benestar y coordinada por Rubén Ramos. Durante esos meses en los que apenas se pisaba la calle “inventámolo todo para axudar á xente, reducindo de sesenta a doce os voluntarios e formando unha élite para evitar riscos”, aporta. Y es que nadie sabía, por ejemplo, como entregar la compra o recoger en mano el dinero con seguridad. “Fomos perfeccionándoo”, admite Ramos.

“Moita xente chamaba para axudar, pero decidimos non coller novos colaboradores; agora, a partir de setembro queremos relanzar servizos”, adelanta el coordinador, como la escuela de mayores, clases de apoyo escolar o de idiomas. Y es que es imprescindible retomar la actividad con los mayores, “porque notamos como os do rural, sobre todo, foron abaixo nestes meses tan duros”. Por lo de pronto, ya han recuperado las clases de memoria, las de gimnasia terapéutica y obradoiros de manualidades.

Y a la prioridad de que los vecinos por edad evitaran desplazarse a las oficinas municipales –se les enviaban tareas a domicilio, llamándoles por teléfono cada dos días– se unió el reparto de comida entre amienses sin recursos, que nunca se descuidó (incluyendo además fruta y perecederos), igual que la entrega de medicinas a domicilio.