Ofensiva en el Europarlamento por los vertidos de la mina de San Finx

Los Verdes insta a la Comisión Europea a abrir un procedimiento de infracción contra España por la contaminación fluvial con metales pesados en Lousame
Ecoloxistas en Acción
Suso Souto
COLOR NARANJA. Caudal teñido de naranja en el Regato das Pesqueiras, aguas abajo de la presa de San Finx. Foto: E.E.A.

Después de una docena de preguntas parlamentarias y varias quejas y peticiones en Bruselas, nueve eurodiputados de Los Verdes lanzaron, a propuesta de Ecoloxistas en Acción, una interpelación mayor a la Comisión Europea para que inicie un procedimiento de infracción contra España por los vertidos con metales pesados procedentes de la mina de San Finx, en Lousame. Una posibilidad que podría tener, según el colectivo ecologista, “consecuencias millonarias”.

Y es que los vertidos de esta histórica mina de estaño y wolframio, propiedad del Grupo Sacyr, se vienen denunciando repetidamente ante las instituciones europeas desde 2016, de forma paralela a acciones judiciales y administrativas en España por parte de ecologistas y colectivos locales, “sen que ata o momento se adoptase medida ningunha por parte das autoridades responsables”, lamenta el citado colectivo.

La mina está a sólo 7 kilómetros del espacio de la Red Natura-2000 Esteiro do Tambre y de los bancos de marisqueo de la ría de Noia, lo que motivó esta acción extraordinaria a nivel europeo, dado que el europarlamento apenas tramita una treintena de interpelaciones al año.

“Neste caso, as verteduras representan unha clara vulneración da directiva marco da auga e da directiva de hábitats, mais tamén é notoria a ausencia de avaliación de impacto ambiental para unha actividade con consecuencias sobradamente coñecidas”, explica la organización.

Ecoloxistas en Acción acusa a la Xunta de negar el problema “impedindo unha solución”. “Ante os informes dos propios funcionarios do departamento de Minas nos que indican que a actividade mineira debe ser suspendida ata que un novo proxecto sexa sometido ao preceptivo trámite de avaliación ambiental, a Xunta decidiu acelerar o proceso para que a mina poida retomar a actividade en cuestión de meses”, indican al respecto.

En su opinión, el Gobierno gallego “quere así dar luz verde a unha autorización de verteduras que se leva tramitando con numerosas irregularidades desde 2016, sen adoptar ningunha medida para impedir que a contaminación se continúe a producir, o que implica a inxección constante de cantidades significativas de cadmio, cobre e zinc ao río contiguo á explotación”. Añade que el Ejecutivo autonómico pretende “librar á concesionaria mineira, propiedade de Valoriza Minería (a mesma empresa que está detrás dos polémicos proxectos mineiros de Cáceres e Alconchel), das súas responsabilidades sobre unhas presas de residuos mineiros que a Xunta intentou facer pasar por presas con fins hidroeléctricos, o que lle custou a imputación a tres funcionarios e altos cargos, entre eles o anterior director xeral de Minas, Ángel Tahoces”.

El del Parlamento Europeo no es el único frente abierto que tiene la Comisión con la mina de San Finx. La Oficina Europea contra el Fraude (OLAF) también abrió un caso sobre la propia actuación de la Comisión Europea en relación a esta explotación minera. De nuevo a instancias de Ecoloxistas en Acción, la OLAF está determinando si la financiación europea otorgada a Valoriza Minería para hacer ensayos en la mina de San Finx, y que implicó intensificar los vertidos ilegales, podría tener implicaciones para los funcionarios de la UE responsables de esos fondos y conocedores de la falta de permisos ambientales.

Ecoloxistas en Acción denunció cómo financiación procedente de los fondos Horizonte 2020 “canalizouse para pagar o salario do director da mina, así como para investigacións xeolóxicas que se realizaron en plantas supostamente inundadas da explotación, mais que se desaugaron por bombeo forzado entre 2016 e 2020 malia non existir autorización de verteduras”, informan desde la citada organización.