Un vecino del lugar representa algunas de las actividades de fuerte peso en Galicia, tal y como se hacían antaño // Comenzó hace unos meses con la malla y ahora escenifica la recogida del maíz // Se encuentra en una finca de Calo TEXTO E. Pouso

Recreación agrícola en Nebra que homenajea a la tradición

Tradición
Esperanza Pouso
En torno a las medas esfollan el maíz. Foto: ECG

La mecanización de los medios, los cambios en el cultivo, las nuevas necesidades u otros cambios inspirados en la industrialización del mundo agrario, demolieron en la sociedad moderna los procesos manuales, mucho más costosos y laboriosos, pero más humanos, ya que familias y vecinos se juntaban para echar una mano en las labores del campo.

Con el objetivo de mantener viva la tradición, Ramón Carou Vázquez, más conocido como Moncho de Xusto, recrea en una finca de la aldea de Calo, en la parroquia sonense de Nebra, algunas de las actividades agrícolas de fuerte peso en Galicia, que aún perviven en la memoria de las generaciones de mayor edad, tal y como se hacían hace años.

Comenzó hace unos meses con los trabajos de la malla de cereales, la actividad en la que los agricultores separan el grano (para destinarlo a harina) de la paja (para forraje para los animales). “Agora faise a man pero esfóllase a pé sen cortar e antes facíase así; aquí chamábanlle calco, coa palloza. Estaba uns cantos días así e despois a xente ía e esfollaba o millo, amarrabas a palla e volvías a poñela outra vez para os animais, para as vacas”, explicó al respecto.

Llegó septiembre y Carou se puso manos a la obra para escenificar la recogida del maíz. En este caso cuenta con cuatro figurantes: “os de atrás, un está a esfollar e o outro a amarrar a palla; e os outros van levar o millo ao hórreo, un levao nun saco ao lombo e outro no cesto”, señaló el vecino sonense.

Este albañil jubilado, del que sus conocidos destacan su buen humor, confecciona los muñecos “eu só e máis en secreto. Se me veía algún veciño que viña por alí dicíalle que era para unha leira para os corvos que me comían o millo... Non lle quería dicir a verdade ata que os viran na leira para que fose sorpresa”, afirmó el protagonista de estas líneas.

Carou reconoce que “olvideime da vendimia”, pero “cando sexa de sementar o fruto, en decembro ou xaneiro, igual os poño a sementar o trigo a man como se facía antes”.

Recientemente, en la romería en la que la virgen local, la Valvanera, se encuentra con imágenes procedentes de otras parroquias de O Son, Ramón de Xusto fue el encargado de transportarla. “Leveina no carro cantado, o das vacas”, un curioso sonido de este antiguo vehículo.

Ingeniosas acciones que conservan y preservan la historia del rural.