Pasión por el oficio y orgullo por el periódico

Desde niña me ha gustado contar historias. Estudié Periodismo y comencé a ejercer en los veranos de mi época universitaria en esta casa, EL CORREO. Recuerdo aquellas prácticas como redactora con gran cariño: la ilusión por conocer el corazón de un periódico de referencia y por aprender, las ganas de hacerlo bien, las primeras veces y los nervios a flor de piel, los miedos a dar un paso y cometer un error... Así, rodeada de los mejores ‘profesores’ que podía tener y en un ambiente familiar y acogedor, di mis primeros pasos en esta profesión. Al finalizar mis estudios opté por la vía de la investigación, ya que siempre había querido doctorarme. Tras superar el máster, requisito imprescindible, y al año de matricularme logré una beca que me ayudó a conseguir independencia económica y a centrarme exclusivamente en el proyecto de investigación, además de posibilitarme colaborar en tareas de docencia en la Universidade de Vigo. Adquirí el título de doctora, poniendo fin a mi contrato meses antes de convertirme en madre. Tras año y medio dedicándome al cuidado de mi hija, sin apenas experiencia, conseguí un trabajo temporal en una televisión. Y justo al concluir el mismo recibí una llamada para ofrecerme el puesto que hoy ocupo. Lo cierto es que este diario para mí supone un principio y, a día de hoy, un final... ya que aquí comencé a escribir mi historia laboral y una década después regresé para continuar mi andadura, comprobando que aunque muchas cosas habían cambiado su esencia seguía siendo la misma. Siento pasión por este oficio y orgullo y respeto por este periódico y las personas que forman parte de él. Me siento agradecida por acordarse de mí una década después y por la confianza depositada. Periodistas 24 horas al día, los 365 días del año, continuo aprendiendo de los que me acompañan cada jornada, aunque ahora desde la distancia y al otro lado del teléfono. Por lo que respecta al medio he podido corroborar en mi corto período aquí que las buenas formas de comunicación, la libertad, la empatía, la apertura, su capacidad de adaptación y servicio a los demás son algunas de las cualidades de su éxito. Gracias por dejarme continuar contando historias e informando sobre lo que ocurre en la comarca de Muros-Noia, a la cual pertenezco.