Galicia encara el puente de diciembre con laxas restricciones y 7.000 casos

Hace un año la comunidad permanecía cerrada perimetralmente y 56 municipios estaban aún confinados // La segunda ola se encontraba en fase descendente mientras la hostelería reabría
Pandemia
Ángela Precedo
Vigo. La ciudad olívica y su alumbrado navideño se preparan para recibir visitantes. Foto: Marta Vázquez / E.P.

Galicia se prepara para las jornadas festivas que se avecinan dentro del Puente de la Constitución sumida de pleno en una sexta ola que, lejos de remitir, no deja de crecer. El propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manejaba este jueves dos escenarios: o se mantiene la responsabilidad individual y se limitan los contactos sociales para hacer descender la curva a mediados de diciembre, o tras las fiestas el pico no se logrará hasta enero.

Y es que en estos momentos los casos activos ya superan los 7.000 (7.036), con previsión de que a final de semana estén ya por encima de la barrera de los 8.000 (más del pico de la primera ola). Con respecto a la semana pasada, en solo siete días se duplicaron. Además, los nuevos positivos diarios no dejan de batir récord tras récord, siendo el último este viernes, con 815 infectados más, cifra que no se registraba desde el 13 de agosto, en la quinta ola.

Asimismo, los hospitales, el indicador que más en cuenta tendrán las autoridades en estos momentos para tomar decisiones, aunque con un incremento menor, suman día tras día enfermos covid a sus unidades de críticos y convencionales, situándose el total en 197: 161 pacientes covid en planta y 36 en uci.

Ahora bien, todo ello con la vacunación en marcha, con más de un 85 % de ciudadanos con pauta completa y las terceras dosis ya en el grupo de 60 a 69 y los sanitarios, con la previsión de que desde el día 13 de diciembre se empiecen a administrar vacunas a los menores de cinco a once años. Un panorama, en este sentido, alentador. Cabe recordar que hace exactamente un año –parece mentira, pero ya casi va a hacer dos que esta lacra del coronavirus está presente en nuestra sociedad–, las vacunas todavía no habían llegado, estando en las últimas fases de su desarrollo, que se completaría para la administración el 27 de diciembre.

Por aquel entonces la comunidad se estaba enfrentando a una segunda ola que empezaba a remitir justo antes del Puente, dejando un escenario positivo de cara a las fiestas de Navidad. La incidencia por aquel entonces estaba igual que ahora: 214 casos por cada cien mil habitantes a catorce días el 3 de diciembre de 2020 frente a los 234 de ahora. La mayor diferencia se da en la incidencia a siete días, que entonces era de 89 casos por cada cien mil habitantes y ahora es de 147 (casi el doble). Y no es de extrañar teniendo en cuenta que la curva estaba en 2020 descendiendo y ahora está subiendo y acelerándose bruscamente.

Por su parte, los casos activos eran exactamente los mismos antes del arranque del Puente: en torno a los 7.000. Nuevamente, la diferencia se aprecia en que al día siguiente, en 2020, bajaron a 6.948 (un centenar menos); y el día anterior en 2021 eran 6.495 (más de quinientos más). En la misma línea, los positivos diarios también se situaban en menos de la mitad: 366 frente a 815.

Hasta aquí todo registros parejos, con una clara desventaja para este pre-Puente de 2021: la curva sube. Pero, pasando a los indicadores de hospitales y fallecidos, la cosa da un giro de 360 grados. Y es que los fallecidos en aquel inicio de diciembre del pasado año eran aproximadamente una decena diaria. Ahora superar los tres es extraño. Y en las plantas hospitalarias los pacientes covid llegaban a 349, frente a los 161 actuales (que no dejan de ser muchos), la mitad que entonces. Además, en las ucis, había 65 ingresados críticos, frente a los 36 de ahora. Importantes diferencias.

SIN NUEVOS AFOROS NI HORARIOS. Pero ya no solo hay diferencias en lo que respecta a los indicadores pandémicos, sino también en las restricciones. Ahora apenas las hay, y en diciembre de 2020 eran abundantes, duras y condicionantes de los desplazamientos de las personas. Y es que por aquellas fechas previas al Puente de la Constitución la desescalada tras la segunda ola acababa de comenzar, se mantenía el toque de queda entre las 23.00 y las 06.00 horas y la hostelería empezaba a reabrir.

Los bares y los restaurantes gozaban de diferentes aforos y horarios en función de la incidencia del municipio en el que estuviesen situados (siguiendo el semáforo covid de cuatro niveles): en nivel máximo solo podían abrir terrazas al 50 % hasta las 17.00 horas; en el alto los aforos eran del 50 % en el exterior y del 30 % en interior hasta las 17.00; en el medio, 40 % dentro y 50 % fuera hasta las 23.00 horas; y en el bajo, 50 % en interior y 75 % en exterior hasta las 23.00. Frente a ello, en estos momentos la hostelería de toda la comunidad trabaja al 100 %, sin más limitación que el tener que solicitar el certificado de vacunación al entrar.

Asimismo, las reuniones sociales entre no convivientes se limitaban a cuatro personas máximo en los niveles más altos y a seis en los más bajos. Ahora solo existe limitación en la hostelería interior, y es de ocho comensales por mesa. Cómo ha cambiado la vida en un año.