Adiós del Obradoiro al colchón, hola al pelotón de la permanencia
El Monbus Obradoiro ve cómo el colchón de tranquilidad que gestionó con su sobresaliente arranque de temporada se ha quedado en un margen mínimo, de tan solo una victoria. La derrota del sábado frente al Joventut (91-84) y los resultados de los rivales directos en una jornada nefasta para sus intereses han dejado al conjunto santiagués más cerca del descenso que nunca en una temporada atípica y marcada por los condicionantes provocados por la pandemia.
Son ya catorce derrotas en las dieciséis jornadas más recientes, desde que la victoria en la pista del Herbalife Gran Canaria el 25 de octubre (75-85) situó al plantel de Moncho Fernández con un bagaje de 5-2, asentado en la cuarta posición de la clasificación de la Liga Endesa. En ese momento los dos puestos que marcan la caída a LEB Oro los ocupaban el Gipuzkoa (1-6) y el propio conjunto canario (1-5), un convidado a la pelea por sufrir que debía salir del pozo más pronto que tarde.
Mirando abajo en la tabla después de aquella séptima jornada, siempre con disparidad de partidos disputados debido a los retrasos y cancelaciones por la COVID-19, también aparecían el Betis (1-5), Fuenlabrada (1-5), Bilbao (1-4) o Zaragoza (2-5), con Andorra, Estudiantes y Unicaja inmediatamente por encima (los tres con un balance de 3-4).
Hoy esos rivales miran de tú a tú al Obradoiro o están incluso con ventaja, pues los de Moncho Fernández se han metido ya en un pelotón de seis equipos separados por un solo triunfo en las últimas plazas de la clasificación: Estudiantes (7-16), Obra (7-16), Fuenlabrada (7-17), Real Betis (6-18), Gipuzkoa (6-18) y Bilbao (6-19), colista.
Desde aquel 25 de octubre, el Monbus Obradoiro exhibe el peor balance de la competición con un 2-14 que lo ha llevado del cuarto al decimoquinto puesto. Una marca que superan por poco el Estudiantes (4-12), Bilbao (5-15), Betis (5-13), Gipuzkoa (5-13) y UCAM Murcia (5-12).
VUELTA AL TRABAJO. Sumar un triunfo que alivie el peso de la mochila es el gran objetivo del Obra, que encadena seis derrotas desde que venció al Bilbao en Sar en su primer compromiso después de superar el brote de COVID. Aunque la pasada semana Moncho Fernández admitía que ya ve al grupo en el estado físico idóneo para competir, hay jugadores que todavía no han mostrado su mejor nivel desde la enfermedad.
Es el caso de quien fue el gran pilar en el inicio de curso, Laurynas Birutis. El pívot lituano arrastra ahora unas molestias en una rodilla que ya le impidieron saltar al parqué el pasado sábado contra la Penya, a pesar de que viajó a Badalona para apurar sus opciones. Ayer, en el regreso al trabajo del plantel, Birutis tampoco trabajó junto al resto de sus compañeros y la incógnita es saber si llegará a tiempo de recibir el sábado al Unicaja en el Multiusos Fontes do Sar (18.00 horas).