Calderón: “Por todo lo que hemos pasado el Camino es más ilusionante aún”

El ex jugador de la NBA recorre desde el lunes la ruta de Invierno hacia Santiago // Llama a la responsabilidad frente a la covid-19
Camino de Santiago
Cristina Guillén
José Manuel Calderón antes de su retirada. Foto: G. Frey/EFE

Será un Camino especial porque contará también con un peregrino especial. Acostumbrado a dar un paso adelante sea cual sea el reto, a controlar el juego dentro de una cancha de baloncesto sin importar el caché, el físico o el historial de compañeros y rivales, a levantar los más importantes títulos de baloncesto del planeta y a reconducir su trayectoria profesional como una de las voces más autorizadas ahora dentro del sindicado de jugadores de la NBA, José Manuel Calderón es consciente también de que su participación en El Camino Acaba en Obradoiro va mucho más allá de una experiencia vital.

Con cada uno de sus pasos el extremeño apoyará una de las iniciativas más aplaudidas y exitosas de un Obradoiro CAB que celebrará el próximo mes de octubre sus 50 años de vida, al tiempo que avalará internacionalmente la seguridad frente a la pandemia de la principal atracción turística de Galicia en un momento en el que prácticamente se han vaciado las rutas hacia Santiago. Pero pocas cosas hay todavía pendientes de la agenda del campeón del mundo, de Europa, subcampeón olímpico tras completar además 14 temporadas en la NBA (seis de ellas disputando los play-offs)... salvo disfrutar de la belleza paisajística y espiritual del Camino. El Obra le ha dado “el empujoncito” que necesitaba para emprender este desafío y el miedo -sí el respeto y la responsabilidad- no supondrá un lastre.

“Cuando recibí la llamada fue un poco raro porque no lo conocía y me sorprendió, pero luego empecé a tener un poco más de información y desde el primer momento me pareció una idea diferente, original, en la que me imaginaba ya quién podía venir conmigo. Fue bastante fácil convencerme y que me convencieran”, afirma José Manuel Calderón. Han sido incontables los destinos que ha descubierto este extremeño afincado ahora en Nueva York a lo largo de los años pero no duda en señalar el atractivo de esta aventura que inicia el lunes. “Será mi primera vez. He estado muchas veces en Galicia y el Camino de Santiago es algo que sale muchas veces en conversaciones con amigos, con familiares... Todos decimos que tenemos que hacerlo pero nunca se ha logrado y sea por agenda, por tiempo, nunca hemos tenido el momento. Es algo que estaba ahí siempre pero esto ha sido la excusa perfecta para ilusionarme”, confiesa.

Y para vivirla contará con el aliento y la complicidad de su padre y de la gente de su equipo, aquellos que en su vida como profesional del básquet siempre han estado a su lado como su agente, fisio, su fotógrafo... En total conformarán un grupo de casi diez personas que han asumido la necesidad de no pasar por alto las circunstancias especiales que rodean su aventura. “Nos preocupa porque cada uno viene de una Comunidad Autónoma diferente, sabemos lo que estamos pasando, pero al final lo que tenemos que hacer es respetar y hacer las cosas bien. Hay que seguir avanzando. Incluso por todo lo que hemos pasado estos meses lo hace más ilusionante si cabe. Habrá que ser muy responsables pero será una satisfacción vernos llegar juntos el último día a la plaza”, asevera el exbase de la NBA.

No habrá ninguna medida especial para evitar contagios que las que dictan el sentido común y las autoridades sanitarias, porque las garantías, entiende Calderón, empiezan por uno mismo. “Creo que por mí, por mis hijos, por mi padre y la gente que está con cada uno de nosotros tenemos que ser responsables con lo que estamos viviendo. No hay que pensar en relajarse ni en pensar si me pongo malo o no sino en a quién puedo contagiar y a quién puedo poner en un problema. Tenemos todos los protocolos del mundo en todos los sitios pero personalmente debemos ser lo suficientemente solidarios para seguir esas normas también”, asume el exjugador de 39 años y padre de tres niños.

Parte de la ‘burbuja’. Calderón colgó las botas el pasado año y desde entonces es asistente especial de Michele Roberts, directora ejecutiva de la NBPA, el sindicato que representa a los 450 jugadores profesionales de la NBA. Es un cargo nuevo, nunca un exjugador ocupó ese puesto en la central de Nueva York, y la pandemia le ha llevado a ser también parte clave en uno de los momentos más delicados de la historia de la mejor Liga del mundo.

“He estado con la NBA dando forma a esa burbuja de Orlando desde la parte de los jugadores y han sido muchas conferencias, muchas horas de trabajo con los protocolos para ponerlo en marcha. Ojalá salga todo bien y probablemente tendré que estar en septiembre de nuevo allí unas semanas para ver qué tal está todo”, ansía respecto al regreso mañana de la liga estadounidense.