|| La otra jugada ||

Cómo gestionar el peso del apellido

Víctor Tobío
Virgil Van Dijk. Foto: EFE

NO DEBE resultar fácil gestionar la presión que para un deportista supone el cargar con un apellido ilustre. Tener un padre o un hermano mayor famoso implica que siempre te van a estar comparando y no todos saben sobrellevarlo de la mejor manera posible. Es más, son mayoría los que acaban tirando la toalla. No es el caso, por poner un ejemplo cercano, de Marc Gasol que, sin llegar a estar a la altura de su hermano Pau, supo hacerse un nombre propio en la NBA hasta el punto de estar considerado, en su momento, el mejor center defensivo de la liga siendo, además, elegido para el All Star y, encima, logrando un anillo con los Toronto Raptors en la temporada 2018/19.

Es por ello que tiene un mérito enorme lo que está logrando Alex Márquez, a lomos de una Honda. Cuando fue fichado por el equipo japonés, al que llegó con el título mundial de Moto2 bajo el brazo, muchos entendieron que era una concesión del team nipón a su hermano. Es más, en el propio equipo no las debían tener todas consigo cuando decidieron, antes de que arrancase esta atípica temporada, sustituirle en 2021 con Pol Espargaró lo que llevará al menor de los hermanos de Cervera a disputar el Mundial de 2021 con el equipo cliente LCR.

Sin embargo, visto lo visto en las dos últimas carreras, con sendos segundos puestos, en Honda previsiblemente estarán pensando si no se habrán equivocado. La carrera de Alex en Aragón fue de sobresaliente. Saliendo muy atrás, fue superando rivales con una gran facilidad y le disputó el primer puesto a Alex Rins. Los que tuvieron la oportunidad de seguir por televisión la retransmisión de la prueba habrán disfrutado como pocas veces lo han hecho esta temporada pues tras al abandono de Marc se están viendo unas carreras de MotoGP en las que pueden ganar hasta una decena de hombres y si encima nos encontramos con que los españoles vuelven a marcar la pauta, mejor que mejor.

Lograr copar los tres puestos del cajón con pilotos españoles y encima con Joan Mir aupándose hasta el primer puesto del Mundial, es para estar satisfechos. Lo que vaya a ocurrir en las cinco pruebas que restan está, lógicamente, por escribirse, pero de lo que no hay la menor duda es que serán cinco carreras a cara de perro y el que tenga los nervios más templados cuenta con muchos boletos para hacerse con un título que parecía en propiedad de Marc y que ahora estos se encuentran con la oportunidad de su vida. Sería para celebrar que otro piloto español lograse el entorchado de la categoría reina del motociclismo.

Pero volviendo a la presión que supone el llevar un apellido como el de Márquez por los circuitos de medio mundo y conseguir hacerse un hueco, escribiendo tu propia historia, tiene un mérito enorme. De ahí que el propio Marc disfrutase como un niño pequeño con la hazaña de Alex permitiéndose una broma al escribir el siguiente tuit: “Hola a tod@s! Soy el hermano de @alexmarquez73”.

De la losa que supone llevar sobre tus espaldas un apellido que pesa sabe mucho Jordi Cruyff que en mayo del pasado año escribía, en las páginas de ‘El País’, sobre su salida del Barcelona, donde tuvo como entrenador a su padre, para fichar por el Manchester United. Decía: “Puedes estar tranquilo, aquí no vas a tener presión. Nosotros te cuidaremos. Tenemos muchos futbolistas jóvenes como tú y entre todos te ayudaremos en tu integración. Sir Alex Ferguson pronunció las palabras que necesitaba escuchar aquella tarde de domingo en la que se presentó en Barcelona con dos directivos del Manchester United. Estaba a punto de firmar con el Ajax al día siguiente, pero Ferguson me llevó a visualizar el escenario ideal en el que lograría desprenderme de la etiqueta de ser el hijo..., algo a lo que se daba especialmente mucho bombo en España y que también me podría condicionar en Holanda. Sentí que en Inglaterra sería uno más, gracias a ese manto protector característico del fútbol inglés, sumado a ese punto paternalista con el que el técnico escocés solía seducir a jugadores para su causa”.

Jordi Cruyff, como otros muchos antes y después que él, tuvo que buscarse la vida en otras latitudes donde el peso del apellido no le iba a condicionar. Un claro ejemplo lo tenemos en los hijos de Zinedine Zidane que tuvieron que abandonar la disciplina del Real Madrid para evitar que les etiquetasen como ‘recomendados de papá’. De ahí el mérito enorme que tiene Alex que no dudó en firmar por Honda sabiendo que muchos le iban a señalar con el dedo sin reconocerle sus méritos como piloto, méritos demostrados durante años en las otras categorías.

Es más, tras los fracasos de otros pilotos, entre ellos el también campeón del mundo Jorge Lorenzo, a los mandos de una moto Honda creada a imagen y semejanza de Marc Márquez y que se ha demostrado muy difícil de manejar, resulta que llega Alex y tras unos comienzos dubitativos, se hizo con la montura y carrera tras carrera está demostrando que bien podría ser un complemento ideal dentro de un equipo llamado a marcar una época en la categoría reina del motociclismo, siempre y cuando en la marca japonesa se lo permitan, lo que está por ver.