CICLISMO Bajo la tutela de Suso Blanco Villar, en Padrón el escalador africano ha encontrado cariño y recobrado la ilusión por ser profesional // La pandemia ha frenado pero no hundido sus sueños // “Se lo debo a mi familia”, dice TEXTO A. Pais/Efe

El Aluminios Cortizo, la cuna que mece al eritreo Saymon

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Antonio Pais
futuro El ciclista eritreo Saymon Mussie, entrenándose. Foto: CCP

Es eritreo, se llama Saymon Mussie, tiene sólo 22 años y todo el mundo, también el del ciclismo, por delante. Pese a su juventud, ya integró un equipo profesional en Bélgica; pero el Start Gusto desapareció y él tuvo que correr otra vez como aficionado. Ahí apareció el Aluminios Cortizo-Club Ciclista Padronés, el equipo que entrena Suso Blanco Villar, siempre atento a buscar jóvenes valores que pueda formar. “En Bélgica es todo llano, un escalador como él no estaba bien allí. Mucho mejor aquí, con más montaña”, dice Suso.

Porque Saymon es un escalador. Quizás eso viniese ya de serie en el lugar donde nació, Asmara, una ciudad a mas de 2000 metros de altitud. También, la gran tradición ciclista que hay en Eritrea. Su primera bici, a los 14 años, fue la de su padre, que tenía un taller de coches en Asmara; ganó carreras y empezó a ir con la selección de su país, con 19 años fue campeón africano en la prueba de contrarreloj por equipos, y en el mismo 2017, en el Mundial de fondo en carretera, estuvo fugado casi toda la prueba pero fue cazado en la última vuelta.

Saltó a Europa buscando hacer realidad su sueño de ser profesional. Lo logró en Bélgica, aunque no acabase bien la cosa. Con licencia inglesa (tiene residencia en Manchester), tomó una gran decisión: venirse a Padrón, al Aluminios Cortizo. “Me recibieron con mucho cariño, es un buen equipo para mí. La gente de Padrón es muy sociable, me recuerdan al carácter de mi familia y me ayudan a suplir su falta”, explica.

Apenas había comenzado a mostrar sus dotes de escalador, en Murcia y en la Copa España, cuando llegó el covid-19. Las primeras carreras “fueron duras, pero me han servido para poder tener una idea del nivel que hay aquí”, dice.

Durante la cuarentena no descuidó la forma. “Hice buenos entrenos en rodillo y ahora en carretera. Estoy con muchas ganas de poder retomar la competición”.Y de llegar a la meta: “Mi objetivo es ser profesional y participar en una gran Vuelta o al menos poder tener la oportunidad de disputar carreras con puertos largos. Quiero mostrar mis cualidades en la montaña”.

Sus sueños, los que hablan por él, tienen un significado: “Se lo debo a mi familia, que se ha sacrificado por mí, debo devolverles todo esto”.

“Fue una pena tener que interrumpir la temporada, Saymon iba a más”, dice Blanco Villar, que ve en él “ambición de ser ciclista, es listo, tiene buenas condiciones para la escalada. Con eso y un poco de suerte... En Padrón está de maravilla, tiene amigos y está integrado”.