|| La otra jugada ||

El animador de la Fórmula 1

La Otra Jugada
Víctor Tobío
REGRESO Fernando Alonso, durante la presente temporada de Fórmula 1. Foto: Xavi Bonilla

EL TERCER PUESTO de Fernando Alonso en el Gran Premio de Catar, circuito que se estrenaba en el Mundial de Fórmula 1, debió de sentar a cuerno quemado a más de un santón del mundo del motor que cuando el asturiano anunció, en julio del año pasado, que regresaba a los circuitos tras sus tres años alejado de los mismos, daban por hecho que su momento en el Mundial de velocidad había pasado. Somos muy dados en este nuestro país a jubilar anticipadamente a la gente y más si el interesado es un hombre que ha tenido éxito en su profesión pero que por su forma de ser no goza de las simpatías del gran público.

Ciertamente Alonso no tiene un carácter fácil. No es de los que anda permanentemente con la sonrisa profidén en la cara y, encima, no es de los que les dice a la prensa especializada lo que a ésta le gusta oír, ni está dispuesto a dorarles la píldora. De ahí que más de uno se la tenga jurada y seguramente este podio, tras siete años sin subirse al cajón, haya dolido en muchas redacciones. Pero, ya se sabe, a esperar a la próxima, si es que llega, para seguir mortificando al piloto español que ha demostrado que el que tuvo, retuvo.

La verdad sea dicha, así como en otras ocasiones la suerte no le acompañó, en este oportunidad se han dado una serie de circunstancias que le han favorecido. Bienvenidas sean. Pero, al margen de estos factores, lo cierto es que el asturiano demostró por qué sigue siendo unos de los mejores pilotos del circuito y si todo marcha como está previsto, el próximo año su Alpine F-1 debería llevarle a repetir varias veces su visita al cajón.

En Catar el motor Renault que calza su coche fue siete décimas más lento que el Mercedes y cinco que el Honda. ¿Cómo es posible que con un motor sensiblemente inferior a los que mandan en la F-1 consiga ganarles? Según los que entienden del tema, la clave estuvo en una salida espectacular -algo, por otra parte, ya conocido por todos desde que debutó con un Minardi en 2001- que le permitió adelantar a Gasly y, luego, a mantener un ritmo constante, lo que le facilitó el defender su renta cuando presionaba Checo Pérez con su Red Bull, con un monoplaza muy superior. Y, también, a una labor de equipo que hace pensar en que de cara a la próxima temporada, si la evolución del coche es la prevista, Fernando estará en disposición de luchar por las primeras plazas, algo impensable en este reestreno suyo en la Fórmula 1.

No se puede ocultar que a sus 40 años, el piloto español, que sigue manteniendo una excelente condición física, no va a disponer de muchas más ocasiones para reeditar los éxitos de antaño, pero su experiencia y los cambios previstos para el próximo Mundial, en el que nadie sabe a ciencia cierta cómo van a influir, tanto para bien como para mal, en los equipos que hoy son punteros, podrían darle la oportunidad de estar entre la élite de la parrilla y una vez ahí, cualquier cosa puede suceder. Incluso hay quien aventura que no es descabellado pensar que vuelva a repetir título. Lejos quedan sus dos Mundiales a los mandos de un Renault (2005 y 2006), pero vistos los antecedentes y tal y como está evolucionando su Alpine, con un motor Renault que se muestra muy fiable, todo puede pasar.

No se trata de ser exageradamente optimistas dado que ahí seguirán los Mercedes y Red Bull de Hamilton, Verstappen y compañía, coches que hoy en día son muy superiores al Alpine, pero con el nuevo reglamento en mano y con una evolución constante del motor Renault, se puede soñar en un Alonso que vuelve a hacer vibrar a los aficionados españoles como lo hiciera antaño. En todo caso, su aclimatación al equipo francés es un hecho. El equipo cree en él y él en el equipo, algo que en sus recientes etapas en Ferrari o McLaren no se daba.

Es más, un mito del automovilismo como el campeonísimo francés Alain Prost no ocultó su satisfacción por lo conseguido por Alonso, afirmando que “para Fernando, 7 años sin un podio... estoy muy contento por el equipo pero aún más por él, porque él quería conseguir un podio este año y para nosotros es parte del ambiente que hay en el equipo este año y Fernando ha sido una grandísima ayuda y me alegro que haya tenido este buen resultado y que se sienta cada vez mejor dentro del equipo”.

De lo que no cabe la menor duda es que la temporada del asturiano está siendo de mucho mérito, especialmente porque ha conseguido enganchar de nuevo a los aficionados españoles a un deporte, el de la F-1, que había perdido los alicientes, sobre todo por el aburrimiento que suponía el que de antemano ya se conocía quienes iban a estar en los primeros puestos antes de que se celebrase la carrera.