SERGIO VALLEJO Piragüista

“El embudo ahora está en el hueco más fino y la gente quiere esas dos plazas”

{CAMINO A TOKIO} En un par de semanas afrontará el selectivo nacional de canoa para lograr un puesto en el Preolímpico de Szeged // En Hungría únicamente conseguirán el pasaporte a los Juegos los dos primeros barcos europeos // Sergio, que compite en C2 1000 junto a Adrián Sieiro, empezó en el piragüismo tras ver por la tele el oro de David Cal en Atenas
Camino a Tokio
Iván Fernández
C2 Sergio Vallejo, en primer término, junto a Adrián Sieiro, con la equipación del Piragüismo Poio. Foto: fegapi

Estos días se encuentran en Laias, imagino que con la vista puesta ya en el próximo selectivo de canoa.

Estamos preparando el selectivo, que será en Asturias, en Trasona, la semana del 19 al 23, así que estaremos en Laias un poco menos de tres semanas.

Una lesión le impedía participar en el anterior selectivo. ¿Esa lesión ya está olvidada o todavía arrastra alguna molestia?

Le lesión ya está olvidada, el brazo ahora lo noto genial. Me noto un poco más flojo de forma entrenando pero el deporte es así, unas veces te encuentras un poco mejor y otras un poco peor. Pero estoy entrenando duro y dando la cara para llegar al selectivo y hacerlo lo mejor posible.

El selectivo nacional es el primer paso, pero en mayo aguarda el Preolímpico, una cita que también estará marcada en rojo.

La primera meta es el selectivo, y una vez pasado el selectivo, el Preolímpicio en Szeged, donde se clasificarían los dos primeros barcos europeos. Eso es lo que queremos, ir allí y estar entre esos dos barcos.

¿Cuáles cree que pueden ser, a priori, sus principales rivales por la plaza olímpica?

Es un año complicado, hay que pensar que el embudo ahora está en el hueco más fino y la gente quiere ir a esas dos plazas. En función de los Mundiales anteriores ahora mismo los rivales más duros serían Hungría, Moldavia, Italia... Bielorrusia está floja pero siempre son países impredecibles, pueden sacar un barco potente. Francia quizá está un poco más floja, pero también está por ahí. Esos son los barcos más fuertes.

En la pista de Szeged ya han conseguido algún buen resultado.

El primer año que competimos allí yo y Adrián (Sieiro) sacamos una medalla de bronce en C2 500, en una Copa del Mundo en la que había mucho nivel. Y también quitamos un quinto puesto en mil metros.

¿Cómo es esa pista?

Es mi pista preferida, a mí me encanta. Yo competí en mi último año júnior en C1 1000 metros, donde fui octavo, y me llevé ese recuerdo. Fui otras veces más a competir, unas dos o tres, donde quité esa medalla de bronce y el quinto puesto. Se trata de una pista que el 80 % de las veces está rápida.

¿Se ve con posibilidades de conseguir plaza para los Juegos en ese Preolímpico?

Sí, claro. Nosotros somos un barco que si estamos bien ya hemos quitado una medalla de bronce en un Europeo. Un barco que saca una medalla de bronce en un Europeo es un barco potente. Puedes sacar ese año un bronce como puedes ir otro año y ganarlo o ser quinto. Siempre tienes esa opción de estar ahí peleando.

Esta es una temporada extraña y diferente, en la que no han competido internacionalmente. ¿Esa falta de competición a nivel internacional puede ser un hándicap para el Preolímpico y los posibles Juegos?

Yo y mi compañero ya tenemos mucha experiencia internacional compitiendo. Ha sido un año un poco más relajado, que también te ayuda en otros sentidos. Es como dar un pequeño descanso al cuerpo. A mí me da un poco igual. Compitiendo internacionalmente hay más nivel, pero aquí, en España, también hay su nivel y hay que esforzarse, sea en un C2 o en un C1. Siempre compites al máximo en cualquier sitio.

Esa ausencia de competición lo que provoca es que sea más complicado saber cómo llegan los rivales.

Es un año donde el embudo está en el mínimo y todos pelearán duro, los países harán lo posible por meter su barco. En verdad, por no competir tanto no va a afectar. Alemania un día está primero y otro año puede estar quinto, o un día gana Bielorrusia y otro puede ganar España. No siempre estamos al máximo todos los barcos todos los años.

Tanto Adrián como usted ya conocen la pista de Tokio, donde consiguieron un bronce en el test event. ¿Que sensaciones les dejó?

Pega mucho el viento, pero es una pista de agua salada y en agua salada flotan más los barcos. En teoría se hace un poco más rápida la pista. El agua es más blanda. Es una pista cómoda, a mí y a Adrián nos gustan mucho las regatas rápidas.

El calor allí, en la época en la que se celebran los Juegos, es asfixiante.

Hace mucho calor, pero en Hungría cuando hace calor también se nota mucho. O lo mismo ocurre en países como Rusia. Ya estamos un poco acostumbrados, creo yo.

Después de Tokio 2020 el C2 1000 desaparecerá del programa olímpico. ¿Ha pensado en qué distancia le gustaría enfocarse durante el próximo ciclo?

El 500 se me da muy bien, y a Adrián se le da muy, muy bien también. Si yo sigo rindiendo me gustaría seguir hasta el próximo ciclo olímpico y apostar por los 500. Es una prueba que incluso me gusta más que el C2 1000 metros, lo que ocurre es que hoy el C2 1000 es la prueba olímpica.

¿Qué diría que aportan tanto usted como Adrián a este C2 que forman entre los dos?

A día de hoy Adrián es un poco más rápido. Yo soy bastante rápido pero también muy resistente. Creo que le aportamos un punto de velocidad muy bueno al barco y con el trabajo también llega esa resistencia. ¿Qué aporta cada uno? Adrián tiene mucha fuerza y se nota mucho saliendo, más siendo un tío muy rápido. Los dos tenemos ya mucha experiencia. Un barco como nosotros hoy en día aporta la confianza de muchos años, de saber bien lo que hacemos o qué vamos a hacer sin tener incluso que pensarlo.

El punto de partida para llegar a esta experiencia de la que habla fue David Cal. Dicen que por él empezó.

Cuando David se proclamó campeón olímpico en Atenas en mi casa se empezó a hablar de que había un club, el Piragüismo Poio. Varios chavalillos empezamos a ir y a andar en los minikayaks, y a pasarlo bien, porque cuando eres pequeño haces juegos, y así comencé.

¿Son los de Atenas 2004 sus primeros recuerdos olímpicos?

Son los primeros, la verdad es que en aquel momento yo no veía esas cosas. Se puso de casualidad en la tele en casa, y luego se habló mucho de David Cal en todos los medios. Después la gente empezó a hablar de que “hay un club de lo que ganó ese chaval y los chavales van allí y están entretenidos”.

¿Qué le atrae más de poder vivir unos Juegos Olímpicos?

He competido en Europeos y Mundiales y he hecho cosillas. Algún día me gustaría poder ganar un oro en un Campeonato de Europa o en un Mundial. O sacar una medalla en una distancia olímpica de un Mundial. Pero unos Juegos es algo distinto, yo nunca he ido, es más prestigioso, es cada cuatro años, es más llamativo.