|| La otra jugada ||

El salto de los españoles a la NBA

La Otra Jugada
Víctor Tobío
Fernando Martín junto a Julius Erving en un partido con Portland de la NBA. Foto: R.S.

EN EL VERANO de 1976, el pabellón de Sar, ahora convertido en Multiusos, acogió el Eujubasket, torneo que reunió a los mejores júniors europeos del momento. Entre los hombres que entrenaba el ya desaparecido Nacho Pinedo, al que acompañaba como segundo Aíto García Reneses, estaba gente que poco tiempo después marcaría toda una época en el deporte de la canasta, a saber, Epi, López Iturriaga, Solozábal, Costa, Juan Carlos López Rodríguez...

Durante aquellas interminables jornadas del mes de agosto, en un pabellón que era un auténtico horno, un hombre no paraba de tomar apuntes. Era el por entonces seleccionador absoluto Antonio Díaz Miguel que aprovechó su estancia en la capital gallega para impartir una conferencia en el auditorio del Colegio Médico. Recuerdo que entre los apuntes dados a conocer por el técnico español figuraba su experiencia en el baloncesto USA y me llamó poderosamente la atención una ilustración del por entonces uno de los mejores jugadores del momento, el gran Julius Erving, anotando una canasta con su famosa extensión de brazo. Aquello parecía salido de otro mundo.

Por aquel entonces las únicas noticias que llegaban de la NBA eran apenas cuatro sueltos muy de tarde en tarde. Salvo para los muy versados en la materia, nombres como los de Wilt Chamberlain, Pete Maravich, Bob Cousy o Lew Alcindor luego llamado Kareem Abdul Jabbar, sonaban como muy lejanos. No sería hasta finales de la década de los ochenta cuando Ramón Trecet nos descubrió, a través de la televisión, que las finales entre Boston Celtics y Los Angeles Lakers eran el sumun del deporte de la canasta y a pesar de que al día siguiente había que madrugar para ir a trabajar, nos tenía pegados a la tele hasta las cuatro o cuatro y media de la madrugada.

Sin embargo, o precisamente por eso, llegamos a pensar que aquel baloncesto, el que se jugaba al otro lado del Atlántico, no estaba hecho para los europeos hasta que un chico salido de la cantera de Estudiantes y hecho hombre en las filas del Real Madrid de Lolo Sáinz se atrevió a dar el salto. Esa hombre no era otro que Fernando Martín, elegido en el draft de 1985. Su experiencia en Portland no fue todo lo buena que cabría esperar y acabó regresando al equipo de la capital de España. Pero aquello sirvió para que los nuestros superaran sus complejos y presentaran credenciales, lo que obligó a los equipos de la NBA a poner los ojos en el Viejo Continente.

Hasta 23. Desde aquella primera experiencia han sido 23 los jugadores españoles elegidos en el draft, con especial mención para Pau Gasol, el mejor jugador español de la historia, que fue elegido en 2001 con el número tres. Precisamente estos días se cumplen 20 años de su debut con Memphis Grizzlies. Fue ante los Pistons de Detroit y el mayor de los Gasol, en los escasos minutos que estuvo en pista, consiguió cuatro puntos y otros tantos rebotes. Hablar aquí y ahora de su trayectoria posterior en la NBA no viene a cuento, pues es de sobra conocida, incluidos sus dos anillos con Los Angeles Lakers.

Es curioso comprobar como tras veinte años, tiempo en el que también aterrizó en el universo NBA Marc, el hermano de Pau, hoy el apellido Gasol ya no cotiza en el mercado norteamericano a pesar de la impronta que ambos han dejado. Nada menos que tres anillos, nueve All-Star Games y seis presencias en los mejores quintetos de la temporada. Ahora mismo en las plantillas de los equipos norteamericanos figuran un total de seis españoles.

Dos novatos recién aterrizados: el exmadridista Usman Garuba, cuya fuerza y personalidad pueden llevarlo en un par de años a ser uno de los mejores pívots; y el canario Santi Aldama, salido de la Universidad de Loyola, con una técnica depurada y que tendrá que ganar físico para pelearse bajo tableros con pívots que le superan en fuerza y experiencia.

Además, están los hermanos Hernangómez (Willy y Juancho) que ya llevan media docena de temporadas y entran con más o menos frecuencia en las rotaciones de sus respectivos equipos y luego tenemos a dos pesos pesados: Ricky Rubio -MVP del último Europeo-, un base consolidado que tiene que luchar por el puesto de titular en los Cavaliers de Cleveland; y el center Serge Ibaka, con trece temporadas a sus espaldas en la NBA y que está marcando una época en Los Angeles Clippers.

Pero dentro de esos 23 españoles elegidos en su momento en los draft, algunos, por las razones que fueran, nunca llegaron a dar el salto y entre ellos figura un gallego que reunía todas las condiciones para triunfar. Se trató del chantadino Fran Vázquez, seleccionado en 2005 por Orlando Magic, equipo que tenía depositadas en él muchas esperanzas pero al que jamás convenció para que se enrolase en sus filas.

En todo caso, la llegada de estos españoles a la mejor liga del mundo, acompañada por otros muchos jugadores europeos, ayudó a que la NBA diese un salto de calidad que la ha convertido en un referente a nivel mundial y ese mérito pertenece a todos aquellos que en su momento se liaron la manta a la cabeza y se fueron a hacer las Américas.