MARÍA MARIÑO Tiradora “En estos años he cambiado mucho y tengo muchas más herramientas”
{CAMINO A TOKIO} Los días 24 y 25 buscará un hueco en los Juegos de Tokio a través del Preolímpico europeo, que se celebra en Madrid // Acude más preparada que nunca y con el bagaje de haber competido con anterioridad en los clasificatorios de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 Aunque Teresa Díaz está mejor situada en el ranquin de la Federación Internacional de Esgrima usted acaba de ser seleccionada para representar a España en el Preolímpico porque le saca ventaja en la clasificación interna de la Federación Española. ¿Ha sido una sorpresa?
Desde la última prueba antes del parón por la pandemia sabía que por el ranquin interno yo estaba por delante. Se iba a decidir en la prueba de Doha. Ella tenía más opciones de clasificarse directa por el ranquin internacional, porque estaba por delante, hizo un muy buen Europeo y Mundial, que son las pruebas que más puntúan. Teresa tenía más posibilidades de clasificarse de forma directa, y si eso no pasaba yo me clasificaba para el Preolímpico. No ha sido una sorpresa, era una de las opciones que había. Es verdad que estaba todo muy abierto, hasta la última prueba no podía saber qué iba a pasar.
¿Cómo se plantea el Preolímpico?
El objetivo último para todos es conseguir esa plaza, pero está claro que la manera de llegar a ello es teniendo un poco de cabeza, tirando asalto a asalto.
Este va a ser el tercer Preolímpico de su carrera como tiradora. ¿Qué ha aprendido de los de Londres 2012 y Río 2016 que pueda serle de utilidad ahora?
Es una competición muy especial, distinta a cualquier otra prueba internacional. Es un poco dura, un todo o nada, una competición para ganarla y conseguir esa plaza o para irte a casa un poco decepcionada. La experiencia de haber participado en otros dos es muy importante porque ya sabes a lo que te enfrentas y cuál va a ser el ambiente de esa competición. Deportivamente en estos años he cambiado mucho y creo que tengo muchas más herramientas que las otras veces.
¿Prevé tomar parte en alguna otra competición antes de encarar el Preolímpico?
No, ya es la próxima, y ese es un poco el hándicap, la falta de competición que hemos tenido, con solo una prueba a nivel internacional en más de un año, aunque es igual para todas.
¿Cuáles cree que van a ser sus principales rivales por hacerse con la plaza olímpica en este clasificatorio a nivel europeo?
La clasificación olímpica de la esgrima es muy complicada. Siendo un deporte individual da prioridad a los equipos. Hay gente muy fuerte que con esas plazas que se ocupan con los equipos se sigue quedando fuera del cupo. En este Preolímpico creo que los rivales más fuertes pueden ser la tiradora polaca, que aún no tengo muy claro cuál de ellas va a ir, porque cada país tiene su normativa. Pero cualquiera de las que hay son opciones fuertes. También estará una israelí, que es joven pero que también es fuerte, acaba de participar en el Mundial júnior y ha sacado medalla. La rumana y la austríaca también son tiradoras fuertes. Es una competición que está bastante abierta.
Como comentaba, la ausencia de competiciones está siendo un hándicap. ¿Cómo ha sido el regreso a la escena internacional con el Grand Prix de Doha?
Fue una competición un poco rara en general. Aunque durante este año hemos intentado ingeniárnoslas para llevarnos a los entrenamientos la tensión de la competición, haciendo incluso algunas pruebas en el club, nunca es lo mismo. Lo que nos falta en este momento es la intensidad, tirar bajo presión, que es algo que solo puedes entrenar en competición. La parte de volver que más cuesta es volver a manejar esa tensión competitiva y esa presión.
Aunque Teresa Díaz está mejor situada en el ranquin de la Federación Internacional de Esgrima usted acaba de ser seleccionada para representar a España en el Preolímpico porque le saca ventaja en la clasificación interna de la Federación Española. ¿Ha sido una sorpresa?
Desde la última prueba antes del parón por la pandemia sabía que por el ranquin interno yo estaba por delante. Se iba a decidir en la prueba de Doha. Ella tenía más opciones de clasificarse directa por el ranquin internacional, porque estaba por delante, hizo un muy buen Europeo y Mundial, que son las pruebas que más puntúan. Teresa tenía más posibilidades de clasificarse de forma directa, y si eso no pasaba yo me clasificaba para el Preolímpico. No ha sido una sorpresa, era una de las opciones que había. Es verdad que estaba todo muy abierto, hasta la última prueba no podía saber qué iba a pasar.
¿Cómo se plantea el Preolímpico?
El objetivo último para todos es conseguir esa plaza, pero está claro que la manera de llegar a ello es teniendo un poco de cabeza, tirando asalto a asalto.
Este va a ser el tercer Preolímpico de su carrera como tiradora. ¿Qué ha aprendido de los de Londres 2012 y Río 2016 que pueda serle de utilidad ahora?
Es una competición muy especial, distinta a cualquier otra prueba internacional. Es un poco dura, un todo o nada, una competición para ganarla y conseguir esa plaza o para irte a casa un poco decepcionada. La experiencia de haber participado en otros dos es muy importante porque ya sabes a lo que te enfrentas y cuál va a ser el ambiente de esa competición. Deportivamente en estos años he cambiado mucho y creo que tengo muchas más herramientas que las otras veces.
¿Prevé tomar parte en alguna otra competición antes de encarar el Preolímpico?
No, ya es la próxima, y ese es un poco el hándicap, la falta de competición que hemos tenido, con solo una prueba a nivel internacional en más de un año, aunque es igual para todas.
¿Cuáles cree que van a ser sus principales rivales por hacerse con la plaza olímpica en este clasificatorio a nivel europeo?
La clasificación olímpica de la esgrima es muy complicada. Siendo un deporte individual da prioridad a los equipos. Hay gente muy fuerte que con esas plazas que se ocupan con los equipos se sigue quedando fuera del cupo. En este Preolímpico creo que los rivales más fuertes pueden ser la tiradora polaca, que aún no tengo muy claro cuál de ellas va a ir, porque cada país tiene su normativa. Pero cualquiera de las que hay son opciones fuertes. También estará una israelí, que es joven pero que también es fuerte, acaba de participar en el Mundial júnior y ha sacado medalla. La rumana y la austríaca también son tiradoras fuertes. Es una competición que está bastante abierta.
Como comentaba, la ausencia de competiciones está siendo un hándicap. ¿Cómo ha sido el regreso a la escena internacional con el Grand Prix de Doha?
Fue una competición un poco rara en general. Aunque durante este año hemos intentado ingeniárnoslas para llevarnos a los entrenamientos la tensión de la competición, haciendo incluso algunas pruebas en el club, nunca es lo mismo. Lo que nos falta en este momento es la intensidad, tirar bajo presión, que es algo que solo puedes entrenar en competición. La parte de volver que más cuesta es volver a manejar esa tensión competitiva y esa presión.