Kartal-Pozas: un tándem de bases ‘con carácter’ para el Obradoiro 2020/21

El técnico Gonzalo Rodríguez les describe como jugadores “que no se arrugan, que animan en vez de hundirse, positivos”
Baloncesto
Cristina Guillén

Es una posición que en la pizarra de Moncho Fernández siempre debería escribirse con trazos en rotulador rojo. Para el técnico compostelano del Monbus Obradoiro un base es el traductor de sus ideas en el campo, su portavoz en el parqué, quien manda, dirige, ordena, ejecuta y decide quién y cómo sella cada set, por eso aspectos como la personalidad y el carácter son claves para ser elegido para el puesto de 1 en el cuadro santiagués.

Kartal Ozmizrak reúne todas estas cualidades. Su amenaza ofensiva, su lectura del pick and roll, su personalidad, su experiencia en Euroliga y Eurocup (la ganó en 2018 con el Darüssafaka) le convierten en un candidato idóneo a ser referencia en la temporada 2020/21 donde aspectos como la ausencia de público en las gradas (o cuando menos la limitación de espectadores de momento) requiere de jugadores con carisma para no decaer en cuanto a ritmo ni garra pase lo que pase en el parqué.

El base de 25 años es una de las seis caras nuevas del proyecto obraodirista en esta campaña que arranca ya empañada por los obstáculos que provoca la persistencia del coronavirus, y la falta del liderazgo del ya añorado Kostas Vasileiadis, ¿será el turco quien impregne al Obra de carácter? “Lo primero que matizar es lo que nosotros entendemos por carácter”, responde pausado como siempre el técnico ayudante Gonzalo Rodríguez. “Yo creo que carácter no es el jugador que se pone a gritar, a dar órdenes a los compañeros. Carácter es el jugador que no se arruga, que cuando hay un problema en lugar de hundirse anima al compañero, que es positivo, eso para mí es carácter y Pepe Pozas lo tiene y Kartal también, como lo tenía Calloway”, sopesa y añade: “Es cierto que hay jugadores que son más expresivos y otros que los son menos, pero lo que les pedimos a los bases, porque son jugadores que tienen que comunicarse mucho con los compañeros, es que esa comunicación sea positiva, que cuando se pierda el balón en la siguiente posesión tenga la capacidad de no volver a hacerlo, que cuando el equipo esté fuera del ritmo que nos conviene sea capaz de pararlo y coger el que nos conviene. Eso es carácter”.

Se suele emplear la analogía entre un base y un faro, el jugador que ofrece luz al juego del equipo, y así lo acepta el técnico compostelano del Obra encargado de trabajar y pulir a los jugadores de perímetro del Monbus desde hace ya diez temporadas. “Es quien toma más decisiones en la cancha y si él se viene abajo cuando el equipo empieza a cometer un error, o cuando el entrenador en un tiempo muerto expresa una cosa o cuando falla dos tiros, mal vamos”, enfatiza. “Creo que nuestros bases tienen carácter porque son jugadores que tienen capacidad para sobreponerse a una situación negativa. En el caso de Kartal, por ejemplo, la temporada pasada anotó tiros decisivos en partidos muy importantes, consiguió algún robo de balón en algún partido fundamental para su equipo, y esto no lo haces si no tienes esa tipología de carácter”, insiste.

Persiste en los matices Gonzalo Rodríguez: “Hay jugadores que tienen el carácter de cara a la galería. Ser tribunero no es tener carácter, y para tener carácter no hace falta ser una persona súper expresiva. Tener personalidad no es ser el que más grita, es una persona que mantiene la calma, positiva, que anima al compañero. Queremos jugadores que sigan sumando cuando las cosas van mal”.