JUEGOS OLÍMPICOS La cuenta atrás de Tokio 2020 entrará el sábado en sus últimos seis meses // El COI, en una apuesta por el deporte como motor de la recuperación, pretende que sea la competición en la que el mundo vuelva a ser libre ante el virus // Galicia persigue su récord de participantes TEXTO Iván Fernández

Los Juegos de la libertad

Juegos Olímpicos
Iván Fernández
El estadio de Yokohama se llenó con más de 30 000 espectadores en un ensayo para los Juegos. Foto: COI

Este sábado la cuenta atrás para los Juegos Olímpicos de Tokio entrará en sus últimos seis meses. Y lo hará por segunda vez, después de que el coronavirus obligara a retrasarlos a 2021. La pandemia, sin embargo, sigue tan presente como el primer día, y surgen voces que cuestionan la idoneidad de celebrar un evento de tal magnitud, principalmente desde dentro del propio país anfitrión. El Comité Olímpico Internacional (COI), no obstante, trabaja en medidas que permitan seguir adelante en medio del COVID y sigue firme en su determinación de desenvolver unos Juegos que signifiquen una luz al final del túnel. Con cientos de miles de personas llegadas desde todo el mundo a Japón serían, sin duda, los Juegos de la libertad, el primer gran evento tras la aparición de la pandemia. Galicia, mientras tanto, mantiene intacto su sueño de conseguir en Tokio la mayor representación de su historia.

“Viviremos unos Juegos inolvidables”, aseguraba el presidente del COI, Thomas Bach, en un mensaje para conmemorar la llegada de 2021. “Estos Juegos Olímpicos serán la luz al final del túnel. Serán una celebración de solidaridad, de unidad de la humanidad en toda nuestra diversidad y de resiliencia”. Un reciente Memorando de Entendimiento entre el COI, la Organización Mundial de la Salud y la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptaba una resolución alentando a los estados miembros a fomentar el deporte como uno de los motores de la recuperación tras la pandemia. Al igual que Eugène Delacroix pintaba en 1830 La Libertad guiando al pueblo, en el levantamiento francés contra Carlos X, esta vez son los deportistas los llamados a buscar esa libertad, la victoria contra el virus. Porque la celebración de unos Juegos Olímpicos, envolviendo a millones de personas sería, efectivamente, la constatación de que le estaremos ganando la batalla al COVID.

En estos seis meses hasta Tokio 2020 (del 23 de julio al 8 de agosto) el reto del deporte gallego pasa por superar la máxima representación de su historia en unos Juegos. En Barcelona 92 el movimiento olímpico pudo gozar con diecinueve de nuestros deportistas, y las predicciones en Japón apuntan a la veintena.

Actualmente serían catorce los deportistas gallegos con mínima o en puestos de clasificación por ranquin, aunque una gran parte aún deberá certificar su presencia próximamente. A ellos intentará unírsele otro buen puñado en los Preolímpicos, así como en las distintas pruebas de un calendario sobre el que, como todo en nuestros días, siempre pende la sombra del virus.

Ana Peleteiro es una de las atletas que ya tiene garantizada su presencia en Tokio. Allí vivirá su bautizo olímpico, después de conseguir la mínima en 2019. Llegará a Japón convertida en realidad, habituada ya a esos podios internacionales a los que apuntaba desde niña. La triplista ribeirense podría subir incluso su cotización en las quinielas olímpicas, pues en marzo intentará revalidad su trono en el Europeo en pista cubierta de Torun (Polonia).

En atletismo también apunta a Tokio Adrián Ben, que tiene la mínima en 800 y también opta en el 1500. Sin embargo, en estas distancias se juntarán más de tres atletas españoles con un crono que les permitiría ir a los Juegos. Serán decisivos los criterios técnicos de la Federación, que no tiene por qué hacer una selección estricta en función del orden en el ranquin. El potencial y las actuaciones de cada uno en los próximos meses y muy especialmente las posiciones en el Campeonato de España seguramente tendrán mucho que decir. A favor de Ben juega su papel en el último Mundial, en el que demostró que es capaz de codearse con la elite, alcanzando el sexto puesto en la final de 800, en el mejor resultado de un ochocentista español en un Campeonato del Mundo.

Junto a Ana Peleteiro y a la posible presencia de Adrián Ben, Carmela Cardama, que buscará la mínima en 5000 (15:10.00) y 10 000 (31:25.00) y Jean Marie Okutu en salto de longitud (8,22) se presentan como las opciones más probables.

En vela ya cuentan con el billete a Tokio Nico Rodríguez, Iago López Marra y Támara Echegoyen. Los tres aspiran, además, a saborear una medalla en Tokio. Nico formará pareja con el catalán Jordi Xammar en 470, una dupla omnipresente en los podios internacionales durante el último ciclo olímpico. Conocen bien el campo de regatas de Enoshima, donde ya firmaron una plata mundialista. Será la primera participación olímpica para el regatista vigués, no así para el sonense Iago López Marra, que en Japón vivirá su segunda experiencia junto al cántabro Diego Botín. Después de un noveno puesto en Río 2016 no han dejado de sumar experiencia en los últimos años, hasta firmar una plata en el último Mundial, en Geelong.

Precisamente también en tierras australianas conquistaba el oro mundial Támara Echegoyen, la única campeona olímpica gallega hasta la fecha, junto a la coruñesa Sofía Toro. Ambas conquistaron la gloria en Londres 2012, acompañadas por Ángela Pumariega, en la clase Elliott 6m. En Brasil Támara se pasó al 49erFX, logrando un cuarto puesto que intentará mejorar en Tokio, esta vez formando con la balear Paula Barceló.

REGRESO. Con experiencia en un podio olímpico también cuenta Javi Gómez Noya. En Londres dejó para el recuerdo un inolvidable duelo con los hermanos Brownlee que se materializó en una plata que no pudo defender en Río, a raíz de una caída previa a los Juegos. Mario Mola y Fernando Alarza ocupan las dos primeras plazas españolas en el triatlón olímpico de Tokio. La tercera, a criterio de la dirección técnica de la Federación, será concedida al quíntuple campeón del mundo, por palmarés, potencial y porque en el año de su regreso a la distancia olímpica volvió luchar entre la élite.

Durante la cita olímpica nuestras miradas estarán muy pendientes, también, del piragüismo. Allí, Teresa Portela se convertirá en la primera española que participa en seis ediciones olímpicas. Llegará a los Juegos con 39 años y persiguiendo su primera medalla. Antes de la pandemia demostró que parte entre las candidatas al podio, con su bronce en el Mundial de Szeged, con el que clasificó el K1 200 español. Aunque su presencia aún no está certificada, pues no se trata de un plaza nominal, no hay ninguna palista en España que se acerque a su nivel.

La incertidumbre se cierne sobre el K4 500. Carlos Arévalo y Rodrigo Germade formaban parte del cuarteto que consiguió la plaza para el país en el Mundial 2019, junto a los campeones olímpicos Saúl Craviotto y Marcus Cooper. Todos ellos deberán jugarse aún su presencia en Tokio bajo unos criterios todavía por conocer. En la pugna también estará Cristian Toro, oro en Río.

Las opciones de Roi Rodríguez pasarán por el K2 1000, donde intentará dar la sorpresa junto al catalán Albert Martí y superar a la pareja formada por Paco Cubelos e Íñigo Peña en el selectivo nacional, así como en una Copa del Mundo. Si se imponen a la pareja titular pero no logran un puesto en el podio en esta cita el proceso de clasificación se alargaría aún más.

En el Preolímpico de canoa buscarán su opción Antía Jácome y Antía Otero (C2 500) y Adrián Sieiro con Sergio Vallejo (C2 100).

También desde el agua persigue su bautizo olímpico el moañés Rodrigo Conde. El quinto puesto conseguido junto a Manel Balastegui en el Mundial 2019 valió la clasificación olímpica del bote español, si bien no se trata de una plaza nominal. En principio, la dupla galaico-catalana será la encargada de representar a España en los Juegos. No se prevé la celebración de ningún selectivo, sino que la selección final solo sufriría cambios si hubiera un deterioro del rendimiento.

En deportes de equipo hay dos selecciones en cuyas filas hubo presencia gallega en el momento de conseguir la clasificación. Es el caso de los Hispanos, que con Rodrigo Corrales se hacían el pasado año con el título en el Europeo, lo que suponía, también, el premio del billete a Tokio. El meta cangués es un fijo en las convocatorias del combinado dirigido por Jordi Ribera, que actualmente se encuentra disputando el Mundial en Egipto. Su presencia en los Juegos, salvo percance de última hora, parece asegurada.

La selección femenina de baloncesto consiguió su pasaporte a Japón en el Preolímpico del año pasado, con presencia de Tamara Abalde. Lucas Mondelo no llegó a citar a la jugadora viguesa en la última concentración de una selección en cuya órbita también se han movido en varias ocasiones María Araújo y Paula Ginzo, y también Raquel Carrera, en una oportunidad.

Actualmente Galicia contaría con otras dos deportistas clasificadas a través de sus respectivos ránquines. La lucense Sara Álvarez, que actualmente entraría por cuota continental en +78 kg, espera estrenarse en la cuna del judo y hacer, al fin, justicia a una prometedora carrera que las graves lesiones tiñeron de sombras. La coruñesa Julia Benedetti intentará hacer historia a sus 16 años en skate, deporte que debuta en Tokio. Aunque tendrá una opción en el Mundial, en una fecha aún por determinar (se clasifican los tres primeros), ahora estaría dentro por ranquin en la modalidad de parque.

PRÓXIMAS OPCIONES. En todos los demás deportes Galicia todavía no cuenta con ningún representante. Las próximas competiciones y Preolímpicos determinarán si se alcanza la veintena de participantes y, con ello, se rompe el techo de Barcelona 92. La valdoviñesa Alicia Fernández es uno de los pilares de la selección femenina de balonmano, que del 19 al 21 de marzo disputará el Preolímpico en la localidad valenciana de Llíria. Las Guerreras llegarán a la cita como las vigentes subcampeonas del mundo, pero después de un Europeo que se saldó con un noveno puesto, por debajo de las expectativas. Buscarán el billete en un grupo en el que se verán las caras con Suecia, Senegal y Argentina. Las dos mejores selecciones logran el pase a los Juegos.

El macedano Pablo Rodríguez se presenta como una de las opciones para hacerse con uno de los dos puestos de los que dispone España en mountain bike. La Federación Española debe seleccionar a dos ciclistas en función de determinadas pruebas, en un proceso de clasificación en el que Pablo pugnará, entre otros, con el medallista de bronce en Río y a la vez actual compañero de equipo, Carlos Coloma.

Después de rozar los Juegos de Pekín, de caer en el Preolímpico de Londres y de no poder luchar por ir a Río ser olímpico es el objetivo de José Cuba en el Preolímpico europeo de lucha (Budapest, 18-21 de marzo), con una última opción en el clasificatorio mundial (Sofía, 29 de abril al 2 de mayo). A ambas competiciones también acudirá Lydia Pérez con la intención de conseguir su primer pasaporte olímpico. Se clasifican los dos mejores en cada peso en cada uno de las dos citas.

En donde se presenta muy complicado contar con representación es en la piscina de Tokio. A Bea Gómez le quedan como opciones para conseguir la clasificación el Open de Primavera (Sabadell, 24-28 de marzo) y el Europeo (Budapest, 17-23 de mayo), en una lucha feroz en la que por el momento tiene nadadoras por delante. En aguas abiertas María Vilas ya no dispone de opción alguna, al no haber conseguido plaza en el Preolímpico.

En el debut olímpico del surf intentarán estar Vicente Romero, tercer reserva europeo, y Gony Zubizarreta. Ambos deben conseguir aún ser seleccionados a nivel nacional para luchar por el billete olímpico en el Mundial de El Salvador, del 29 de mayo al 6 de junio.

El tiro con arco contaba con un representante gallego en Tokio pero lo perdió durante la pandemia. El pontés Miguel Alvariño se había adjudicado la plaza española en el clasificatorio nacional, pero la Real Federación Española de Tiro con Arco decidió retirársela y volver a ponerla en juego con motivo del aplazamiento de Tokio 2020. Las Copas del Mundo dictarán sentencia. El arquero español con mejor promedio de 72 flechas en dicho circuito más otros dos a criterio técnico acudirán al Preolímpico por equipos (París, 18-21 de junio) y representarán a España en los Juegos de Japón si consiguen esa plaza por conjuntos. Si no, la plaza olímpica individual de España será para el arquero con mejor promedio de puestos finales en las Copas del Mundo, a las que se accede mediante un sistema de selección en el que ganan peso los criterios técnicos frente a los deportivos. El pontés Dani Castro también parte con opciones.