Marko Filipovity persigue su paso adelante en el Obra y en España

“Hablaron conmigo y ya no tuve que pensármelo mucho”, reconoce el ala-pívot húngaro, que deseaba incrementar el grado de exigencia tras un año en Italia
Monbus Obradoiro
Óscar de la Fuente
FICHAJE Marko Filipovity, entre Rosa Blanca Rodríguez y Óscar Rodríguez. Foto: Fernando Blanco

Con 25 años cumplidos hace un mes, Marko Filipovity presenta una carrera en constante progresión. Tras ir escalando pasos en el baloncesto húngaro, la pasada temporada se estrenó en la Lega italiana con el Pésaro, y este verano buscaba subir otro escalón. Se presentó la opción y no dudó: el Monbus Obradoiro y la Liga Endesa eran la elección idónea. “Después de mi temporada en Italia quería dar un paso adelante en mi carrera y pensé que la Liga Endesa era mejor. El Obra y su entrenador hablaron conmigo y ya no tuve que pensármelo mucho”, explicó durante su presentación en la sede de Espina & Delfín.

No es un recién llegado al baloncesto profesional aunque por delante se vislumbra potencial de sobra para continuar creciendo, y ese es su principal objetivo a las órdenes de Moncho Fernández. Llega para ocupar principalmente la posición de ala-pívot, aunque puede adaptarse a la de alero. Su nuevo director general, José Luis Mateo, lo describió así: “Es un ala-pívot con buen físico y con capacidad para abrir el campo a través de su tiro exterior. También es bueno jugando sin balón y en transición, y tiene capacidad para rebotear. Pensamos que es un buen jugador para complementar y completar nuestro juego interior. La Liga Endesa será un desafío importante para él pero pensamos que está preparado”, detalló.

Esas características en la pista (potencia, velocidad, físico) contrastan la timidez que se adivina en Filipovity desde sus primeras palabras. Poco dado a extenderse pese a su carácter afable, el ala-pívot internacional por Hungría, con orígenes croatas, se confesó encantado en su nuevo equipo, por el que ha firmado un vínculo de dos años de duración. “Llevo tres semanas aquí y ya he descubierto algunos sitios en la ciudad, aunque todavía no mucho. En el club y en los entrenamientos todo va bien, estamos aprendiendo cosas básicas, todo el mundo es amable y estoy disfrutando”, dijo.

EL PRIMER DERBI. Filipovity es consciente de que el sábado afronta su primer partido como obradoirista en un escenario especial, con la final de Copa Galicia ante el Río Breogán (A Malata, Ferrol, 20.00 horas, TVG2), pero prioriza la evolución del colectivo. “Es pretemporada, así que lo más importante es trabajar en nuestro juego. Obviamente es un derbi y supongo que será un partido importante para los aficionados, pero lo principal es trabajar en nuestro juego”, insistió.

El interior húngaro apenas conocía demasiado acerca del Obradoiro antes de que le llegase la oferta, aunque sí sabía que su compatriota Rosco Allen había vestido la camiseta del equipo santiagués. Contaba con más información sobre la Liga Endesa. “Vi muchos partidos de Euroliga la temporada pasada, así que conozco algunos equipos de la ACB y tuve un entrenador español hace unos años, Jesús Ramírez. Conozco la ACB, todo el mundo sabe que es una liga fuerte, pero no en profundidad”, admitió. En ese nivel espera demostrar ahora todo su potencial.