Moncho no quiere héroes y apela a la fuerza del equipo

“El planteamiento del partido tiene que estar marcado por la premisa del sentido común”, subraya el técnico del Monbus Obradoiro de cara al encuentro de mañana frente al Bilbao
Monbus Obradoiro
Cristina Guillén
Jesús García en el centro.

Podría ser una semana muy semejante a la primera de pretemporada, esa vuelta al cole de cada mes de agosto en la que se hilan las bienvenidas, las sonrisas y las anécdotas de tanto tiempo de ausencia. Pero en este caso cambia el gesto, se nota en el rictus de los protagonistas que este mes de inactividad a causa del brote de COVID-19 en el Monbus Obradoiro ha sido un tiempo de incertidumbre, de miedo incluso tanto a la propia enfermedad como a sus secuelas, así que aun con la felicidad por el reencuentro, el día a día en el equipo llama más a la prudencia, a la cautela, a ir analizando el minuto a minuto que a pensar en objetivos a más largo plazo.

Pero la exigencia de la competición, de una Liga Endesa que desde ya no perdonará ni aceptará excusas, llama a la puerta con un encuentro clave en las aspiraciones del conjunto compostelano de mantenerse en la Liga Endesa por undécima temporada consecutiva. Acude mañana (18.00 horas) a Sar el Retabet Bilbao y, aunque el coronavirus sigue dictando la agenda diaria del Obra, nadie olvida que hay que competir “dando lo máximo que cada uno pueda” y “como un equipo”.

Misma exigencia. Así lo subraya el entrenador compostelano Moncho Fernández, quien en su primera comparecencia antes los medios de comunicación tras superar también él mismo la enfermedad, cambiaba la sonrisa de su “bienvenidos” por el rigor de un discurso en el que quiso dejar claro que no bajará el nivel de exigencia del Monbus pese a todos los condicionantes. Enfatiza el técnico que pedirá a sus pupilos que “den lo mejor de sí, todo lo que puedan”. “En condiciones normales los jugadores están preparados para estar x minutos a tope, ahora va a haber quienes no puedan estar ese determinado tiempo porque su físico no les deja, pero si es un minuto, que sea un minuto. Es una premisa de siempre y el que esté cansado o tenga problemas se irá al banco y saldrá un compañero”, afirma y añade: “¿Que tendremos que hacer mil rotaciones? A lo mejor sí. Veremos, pero nosotros cuando estamos en la pista nos olvidamos de que hemos estado 20 días en casa, con el COVID, porque también es nuestra naturaleza. Cuando bajamos y nos ponemos el chándal y la camiseta ninguno me da esa excusa. En ese aspecto la naturaleza competitiva no cambia y eso nos va a ayudar mucho”.

Insiste Moncho Fernández en que “el planteamiento del partido tiene que estar marcado por la premisa del sentido común”. “Nadie tiene que ser un héroe, ni mucho menos, nadie tiene que hacer nada que no pueda hacer, sino hacer aquello que tantas veces hemos dicho en esta mesa, y eso es dar lo mejor de ti mismo y si hoy es 3, pues 3, ya será 4 mañana”, reitera y continúa: “Por eso somos un equipo, un colectivo y como equipo tenemos que afrontarlo. Este será un partido que juegue el Obradoiro, no que juegue pepito o manolito... todos xuntos tenemos que afrontarlo”.

Antes del parón jugadores como Álvaro Muñoz o Pepe Pozas arrastraban lesiones que parecen ahora más o menos superadas. “En el grupo hay problemas relacionados con este tiempo sin actividad y con el COVID desde el punto de vista muscular, molestias, cansancio, dolores en los tendones pero que son fruto de haber sufrido esta enfermedad. Luego Pepe lo va llevando mejor, pero sigue un poco tocado de ese astrágalo del que lleva tanto tiempo tocado, como Pepe aquí y siempre ha encontrado la respuesta en el valor del capitán. Álvaro está prácticamente recuperado del tobillo y Kartal ha hecho las primeras sesiones con el equipo, de forma progresiva, pero sí que va dando pasos adelante y estamos muy contentos”, repasó el entrenador. Será precisamente el base turco seguramente el descarte para el encuentro ante el Bilbao junto a Rafa García, operado el 28 de diciembre de la fractura de dos dedos de una mano y que sigue ejercitándose al margen de sus compañeros en Sar.

Debut de Koniaris. Quien entrará aún con la duda de con qué papel será el griego Antonis Koniaris. “Es muy pronto para evaluarlo. Los primeros días el nivel de información es tan grande que a los jugadores les cuesta un poco aterrizar y él, además, lo hace en un equipo con unas circunstancias muy especiales aunque un poco la reintegración del equipo también le ha servido a él para irse metiendo”, analiza Moncho Fernández. “Está poniendo de su parte todo lo que puede, es un jugador listo, inteligente, trabajador... pero apenas lleva tres entrenamientos”, apostilla.

El heleno llegó precedido de la etiqueta de buen defensor, un aspecto de su juego que ratifica el técnico. “Es un jugador con un físico muy potente, con mucha experiencia en Euroliga defendiendo a grandísimos jugadores y con my buenas referencias humanas de otros jugadores que han pasado por aquí, pero también es capaz de darnos cosas como jugar al bloqueo directo, tirar, tirar saliendo de bloqueos, es muy buen pasador... Un muy buen jugador, estamos convencidos de que con el tiempo nos ayudará más”, subraya.