Otra película de suspense: ¿Se podrá jugar el sábado el Gran Canaria-Obradoiro?

Comentaban muchas veces los entrenadores y los integrantes de los staff técnicos de los clubes durante la pasada temporada que estaban cursando un Máster en improvisación y adaptación a las circunstancias, teniendo en cuenta la situación de una pandemia que muchos creían se superaría gracias a la vacunas. Esta campaña hay una segunda parte. Las secuelas y el castigo físico a los afectados es menor, el tiempo de cuarentenas y de aislamiento también, pero la virulencia de las nuevas cepas impide que nadie baje la guardia, y que las agendas en los clubes, una vez más, salten por los aires.

La situación que atraviesa el Monbus Obradoiro en esta Liga Endesa 2021/22 es común al resto de los equipos. Cada mañana les toca pasar revista a sus tropas y según los resultados decidir cuándo, cómo y con cuántos efectivos se trabaja. Hasta ni el objetivo se puede trazar muchas veces porque depende de las circunstancias de terceros, de tu próximo rival.

Y así amaneció el conjunto compostelano hoy, dudando, a falta de un día para su supuesto partido en Gran Canaria, con las maletas de la expedición hechas pero sin noticias ni de la ACB ni del Gran Canaria sobre si el número de afectados les permitirá cumplir el reglamento de 9 jugadores de pista y un entrenador para poder jugar.

Buenas noticias. Porque en el Obra sí hay por fin buenas noticias. El club confirmó a primera hora de ayer que tras los resultados de las PCR que se le realizaron a la plantilla el miércoles, tan solo “dos jugadores continúan siendo positivos”. Ya son por tanto tres más las altas y no hay ningún nuevo caso. También el fisioterapeuta Álex Fernández, uno de los primeros contagiados junto a Beliauskas, superó el covid.

Con estos datos el Monbus estaría en disposición de afrontar la cita en las islas aunque, de acuerdo al protocolo ACB, el encuentro debería pasarse al domingo en vez de jugarse el sábado (20.45 horas) como estaba previsto ya que la Liga establece un plazo de 3 días a los equipos para entrenarse una vez que ya cuentan con el mínimo de 9 jugadores para afrontar los encuentros.

Ese margen lo cubriría el plantel de Moncho Fernández en la jornada dominical.

Sin datos. Pero como en el embrollo actual todo tiende a complicarse aún más, lo cierto es que el Obradoiro también está lógicamente pendiente de lo que sucede con su anfitrión, que ayer comunicaba que “tras las últimas pruebas, dos jugadores dieron positivo en covid con lo que sumado a los anteriores casos son cinco los afectados en total”. Además, un miembro del cuerpo técnico sufre síntomas y está pendiente de las pruebas.

Preguntado al club amarillo sobre la situación, si podrían cumplir el cupo permitido para la disputa del duelo, la respuesta fue que sólo podían confirmar los casos y “todo queda en manos de las autoridades, de la sanidad canaria”.

Ni siquiera la ACB, que en la gestión de esta situación se está viendo superada por la acumulación de partidos aplazados -y la urgencia de cubrir citas para despejar la lista de equipos clasificados además para la Copa del Rey de febrero en Granada- ayuda a aclarar el panorama. “Mientras no haya ninguna comunicación al respecto el partido sigue adelante”, contestaban al requerimiento de EL CORREO sobre un posible aplazamiento.