Otra vez... el Obra obligado a una reválida en ‘reinvención’

La Liga Endesa es una liga profesional, la mejor de Europa para muchos, la segunda mejor del mundo repiten otros tantos, y quien quiere estar en ella, quien se crea con derecho para ocupar una de sus ansiadas 19 plazas ahora tiene que ser consciente de que el peaje económico, la exigencia mental y física, y que factores incluso como la mala suerte son definitivos para llegar a alcanzar los objetivos. Lamentarse, flagelarse ante los infortunios, quejarse de los golpes y de los obstáculos no despejan el camino, sino que los golpes se superan con análisis de la situación y de los recursos, compromiso y unidad.

Nadie duda de que en el Monbus Obradoiro, desde su cuerpo técnico a sus jugadores, saben cómo volver a levantarse tras recibir el enésimo mazazo en este curso 2020/21 en forma de lesión de Kassius Robertson -el miércoles se confirmó que padece una rotura fibrilar en el cuádriceps de su pierna derecha y será baja a menos 3 semanas- como nadie duda de que esta noche (21.15 horas) hará falta ver en la Fonteta la mejor versión del equipo para superar al Valencia Basket.

“Este es un plantel fortísimo que se ha sobrepuesto a un montón de varapalos. Lo demuestra en los partidos, cada día, cuando se nos van somos capaces de pelear, y de pelear y de pelear y sobreponiéndose a muchas bajas y problemas graves. Si hay algo de lo que no tengo dudas es de su fortaleza mental, de su compromiso, y para cada problema intentan buscar una solución y la solución siempre está en el colectivo, en animarse y en apoyarse. En esto la verdad es que es un orgullo ser su entrenador”, proclama Moncho Fernández.

El conjunto compostelano, 14.º en la clasificación con 9 victorias, inicia hoy un maratoniano ciclo de 2 partidos en 46 horas ante el conjunto taronja -con 18 triunfos en su casillero, incluido el 77-78 de la ida en Sar- que busca amarrar la quinta plaza tras haber quedado eliminado de la Euroliga y centrado en exclusiva en la ACB.

Un as en la manga. Con Pozas fuera lo que queda de temporada, Ozmizrak gravitando entre momentos de dolor intenso y otros de dolor soportable en su tobillo, la gran incógnita ahora es saber qué as se sacará de la manga Moncho Fernández para suplir la ausencia del escolta canadiense, el jugador con más minutos en cancha (27:51), máximo anotador (15,6 de promedio), segundo en asistencias tras Pozas (2,8) y segundo en valoración por detrás de Birutis (12 créditos). El hecho de jugar con dos bases podría ser una de las alternativas, pero hay más. “Es una de las armas que tiene el equipo con Kartal, Albert y Rafa jugando juntos porque lo hacen muchas veces en los entrenamientos y tienen el conocimiento táctico para ello, pero hay más soluciones en el equipo como Álvaro que puede jugar en todos los puestos de perímetro como lo ha demostrado de sobra este año, Chris puede jugar en los dos de perímetro y Mike puede jugar en el 3. Esto es lo que vamos a hacer de cara a los próximos partidos”, reflexionaba el entrenador compostelano en la previa, sin descartar en ningún momento que pudiese llegar un recambio a lo largo de la próxima semana.

Porque la capacidad de reacción obliga a reinventarse, como se ha hecho más veces, apelando a esa polivalencia que se considera un bien tan preciado en las plantillas del baloncesto actual, una virtud que también posee el Obra y que le toca exhibir ante un grande entre los grandes de Europa. “Valencia es un equipazo, con una plantilla muy larga y con jugadores de muchísima calidad como Van Rossom, Vives, Kalinic, Prepelic, Dubljevic, Williams, Tobey... por no seguir. Es un súper equipo cuyos datos ofensivos son de lo mejor de la Liga Endesa en tiros de campo, en puntos por posesión, en canastas asistidas... Es la realidad que nos vamos a encontrar y es en la que estamos trabajando”, enfatiza Moncho Fernández.

Inteligencia ofensiva. El técnico obradoirista asume que su anfitrión de esta noche “es un equipo que tiene tanta brillantez en los jugadores que cualquiera puede destacar cualquier día porque todos son primeros espadas”. Como colectivo, además, duplican su fortaleza. “Destacaría , primero, la inteligencia que tienen en el juego ofensivo y, segundo, la polivalencia de sus jugadores. Tiene de todo: sus pívots tiran muchísimo y muy bien de tres, eso nos obligará a defenderlos en el poste bajo y abiertos como a Tobey, Dubljevic, Labeyrie o Williams; tienen 4 que pueden abrirse o postear; 3 que pueden jugar de espaldas o de cara, como Kalinic y San Emeterio; escoltas que son auténticos dinamitadores como Prepelic, Marinkovic, Sastre... Tienen de todo y su entrenador los aprovecha muy bien. Y ahí está la gran dificultad de enfrentarte a Valencia Basket”, reitera.

Pero como cualquier integrante de la Liga Endesa el conjunto che también es vulnerable -el GBC, por ejemplo, lo demostró el 14 de marzo (78-60)- y no cabe duda de que cualquier opción de dar la sorpresa en una de esas canchas además malditas para el Monbus, pasa por mantener la regularidad durante los 40 minutos aferrándose a la defensa.