Otro punto de postín

Mereció más el Compostela, que plantó cara al Pontevedra pero no consiguió el premio gordo // Goles de Brais y Primo
Segunda B
Iván Fernández

Volvió a merecer más de lo conseguido el Compostela, que empató con el Pontevedra en el Vero Boquete de San Lázaro (2-2). El primer encuentro con espectadores en San Lázaro desde el inicio de la pandemia vio a una SD que jugó como los grandes en la primera parte, es decir, le bastaron un par de latigazos, al principio y al final, para irse por delante al descanso.

Brais abrió el marcador y Primo desniveló al filo del descanso, invalidando un empate de Jorge Fernández que dio lugar a unos diez minutos de desorganización del Compostela. Un tanto de falta directa de Imanol García puso el empate tras el descanso, momento en que apareció de nuevo el dominio local, que rozó la victoria con un remate al larguero de Primo en el tramo final del encuentro.

Había pedido Yago Iglesias en la previa que el Compos fuera un equipo reconocible, y más reconocible no pudo ser el guion del inicio del partido. No puede decirse que aún no acabara de sentarse el público esta vez, pues hubo que entrar con antelación por las restricciones derivadas del coronavirus, pero solo se habían consumido cinco minutos cuando Brais puso un pase largo para una de las ya tradicionales carreras de Miki. El centro del extremo blanquiazul salió repelido, pero el propio Brais Abelenda hacía bueno el rechace con un remate cruzado.

Pero el gol a favor acabaría por desordenar al Compos, que a continuación daba un paso atrás y pasaba a vivir a merced del Pontevedra. No tardó en aprovecharlo el conjunto granate. Habían transcurrido once minutos cuando Jorge Fernández recibía un balón en el balcón del área para armar un disparo sin oposición que resultó imparable para Pato. Pero ya antes del empate había avisado Rufo con un cuero demasiado cruzado, y después del tanto volvió a intentarlo Jorge desde la misma posición del gol.

Con la igualdad restablecida en el marcador el Compostela no sabía cómo superar la presión granate para sacar el balón jugado. Fueron instantes en los que el Pontevedra demostró sus trazas de equipo aspirante a las metas más altas. No por un juego preciosista, pero sí por su sensación de facilidad y superioridad.

Tuvieron que pasar los minutos para que el cuero empezara a durar más en los pies del Compostela, la calma empezó entonces a ganar lugar a la precipitación. El Pontevedra se vio sin la posesión, pero era un león dormido que en cualquier momento podía atacar. Sin embargo, fue el cuadro local el que mordió de nuevo. Acariciando ya el descanso, Juampa recibía un balón en banda, ganaba línea de fondo tras desbordar a su par y el balón lo recogía Primo en el área para darse la media vuelta y poner las cosas en su sitio otra vez.

Fue corta la alegría. Solo lo que dura el descanso y poco más. Porque al regreso de los vestuarios el colegiado señalaba una falta en el balcón del área, discutida y pitada a destiempo tras las reclamaciones granates. Imanol García cogió el balón y batió a Pato Guillén por su palo con un disparo directo.

El empate no sentó tan mal al Compostela como en la primera parte del encuentro. De hecho, con el 2-2 en el marcador ambos equipos se despojaron de cualquier corsé y empezaron a llegar las alternativas en forma de aproximaciones al área rival. Romay metió el susto en el cuerpo a la afición blanquiazul al cabecear alto un córner y Primo remataba de primeras un balón sin problemas para el guardameta visitante.

El cuadro compostelanista no renunció a la victoria en ningún momento. Se vio con los cambios, que no restaron poder ofensivo. Se marchó Juampa, pero su lugar fue ocupado por Josiño, que dispuso su creatividad sobre el terreno de juego.

Era el Compostela el que ponía más interés en ganar. Y rozó la victoria, con un remate de Primo en el corazón del área que se estrelló con violencia en el larguero alcanzada ya la recta final. Era el guion del día del Deportivo, una SD que olía sangre pero que no encontraba su premio. Era dueño y señor del partido ante un Pontevedra que solo salía a la contra. Pero el marcador no se movió. De nuevo mereció más la SD, de nuevo empató, y de nuevo fue un equipo difícil de ganar, incluso para el Pontevedra.