ANTÍA JÁCOME Piragüista “Para dos minutos de prueba yo tengo que estar cuatro años entrenando para los Juegos Olímpicos”
{Pontevedra 1999} El jueves afrontará el Preolímpico en la localidad húngara de Szeged, donde buscará el billete al debut olímpico de la canoa femenina // Para estar en Tokio necesita terminar la final de C2 500 entre los dos primeros barcos // Sería el premio a muchas horas de esfuerzo y el colofón a un proyecto que emprendía con solo quince años, cuando se trasladó a Sevilla para entrenar // Monta la piragua con la también lerezana Antía Otero Restan solo tres días para competir por un puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio. ¿Cómo son las sensaciones estando ya tan cerca del Preolímpico?
Nos encontramos en el mejor momento de la temporada, porque hemos hecho un pico de forma para esta ocasión. Las sensaciones que tenemos en conjunto del barco son muy buenas.
A pesar de que estamos a punto de culminar el ciclo olímpico más largo por la pandemia lo cierto es que Antía Otero y usted no llevan ni siquiera un año montando juntas. ¿Ha sido tiempo suficiente para acabar de acoplar el barco?
Para acabar no, porque yo creo que aún tenemos mucha trayectoria por delante. Empezamos hace menos de un año pero para lo poquito que llevamos yo lo veo muy acoplado. Nos entendemos muy bien, cada una aporta una cosa diferente al barco, ella es más tranquila, yo soy un poquito más nerviosa. Cada una tiene esos dos puntos que le hacen falta al barco.
Aunque haya sido un cambio de última hora, ha sido un cambio para mejor, pues los resultados con Antía Otero incluso superan los obtenidos con Patricia Coco, si bien apenas ha habido competición.
En la Copa del Mundo del año pasado no hubo tanta participación, faltaban algunos barcos, pero conseguimos el cuarto puesto en el C2 500, que es la distancia olímpica. Estamos las dos muy contentas del barco que tenemos. Tanto psicológicamente como el rendimiento del barco todo ha ido a mejor.
¿Qué países cree que van a ser los principales rivales por una de las dos plazas que dan acceso a Tokio?
Polonia, Francia, Rusia, Gran Bretaña... Lo bueno es que al ser a nivel europeo hace que sea un pelín más asequible.
¿Qué significaría para usted alcanzar unos Juegos y vivir en primera persona el debut olímpico de la canoa femenina?
Para todo deportista es el momento esperado. Es a lo que quería aspirar desde pequeña, porque creo que es el momento máximo al que puede aspirar un deportista. Ojalá me clasifique para poder decir lo que se siente en ese momento.
Al fin y al cabo, es el sueño por el que lleva trabajando todos estos años, la razón que le hace dejar su casa e irse a Sevilla siendo todavía una adolescente.
Yo llegué con quince años a Sevilla, en ese momento era un proyecto para Tokio 2020 pero yo no lo pensaba como tal. Me iba de casa, no iba a estar con mis padres, lo veía como una concentración pero permanente. Al principio no ves el objetivo tan claro. Ahora yo no sé si voy a ir a unos Juegos, yo voy a luchar por ir a unos Juegos, pero ahora mismo veo que se acerca. No sé si voy a ir o no, pero yo sé que voy a pelearlo hasta lo último que tenga.
Restan solo tres días para competir por un puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio. ¿Cómo son las sensaciones estando ya tan cerca del Preolímpico?
Nos encontramos en el mejor momento de la temporada, porque hemos hecho un pico de forma para esta ocasión. Las sensaciones que tenemos en conjunto del barco son muy buenas.
A pesar de que estamos a punto de culminar el ciclo olímpico más largo por la pandemia lo cierto es que Antía Otero y usted no llevan ni siquiera un año montando juntas. ¿Ha sido tiempo suficiente para acabar de acoplar el barco?
Para acabar no, porque yo creo que aún tenemos mucha trayectoria por delante. Empezamos hace menos de un año pero para lo poquito que llevamos yo lo veo muy acoplado. Nos entendemos muy bien, cada una aporta una cosa diferente al barco, ella es más tranquila, yo soy un poquito más nerviosa. Cada una tiene esos dos puntos que le hacen falta al barco.
Aunque haya sido un cambio de última hora, ha sido un cambio para mejor, pues los resultados con Antía Otero incluso superan los obtenidos con Patricia Coco, si bien apenas ha habido competición.
En la Copa del Mundo del año pasado no hubo tanta participación, faltaban algunos barcos, pero conseguimos el cuarto puesto en el C2 500, que es la distancia olímpica. Estamos las dos muy contentas del barco que tenemos. Tanto psicológicamente como el rendimiento del barco todo ha ido a mejor.
¿Qué países cree que van a ser los principales rivales por una de las dos plazas que dan acceso a Tokio?
Polonia, Francia, Rusia, Gran Bretaña... Lo bueno es que al ser a nivel europeo hace que sea un pelín más asequible.
¿Qué significaría para usted alcanzar unos Juegos y vivir en primera persona el debut olímpico de la canoa femenina?
Para todo deportista es el momento esperado. Es a lo que quería aspirar desde pequeña, porque creo que es el momento máximo al que puede aspirar un deportista. Ojalá me clasifique para poder decir lo que se siente en ese momento.
Al fin y al cabo, es el sueño por el que lleva trabajando todos estos años, la razón que le hace dejar su casa e irse a Sevilla siendo todavía una adolescente.
Yo llegué con quince años a Sevilla, en ese momento era un proyecto para Tokio 2020 pero yo no lo pensaba como tal. Me iba de casa, no iba a estar con mis padres, lo veía como una concentración pero permanente. Al principio no ves el objetivo tan claro. Ahora yo no sé si voy a ir a unos Juegos, yo voy a luchar por ir a unos Juegos, pero ahora mismo veo que se acerca. No sé si voy a ir o no, pero yo sé que voy a pelearlo hasta lo último que tenga.