Pequeño gran paso: el Obra gana en su primera cita después de 6 meses

Victoria en la prórroga para el equipo santiagués en el duelo amistoso ante el GBC // Faltó acierto, continuidad y ritmo, pero los fichajes confirmaron las expectativas // Ozmizrak podría sufrir un esguince, pero se le valorará el lunes
Baloncesto
Cristina Guillén

Insiste Moncho Fernández siempre que las pretemporadas sirven para lo que sirven, que cada partido amistoso se podría comparar con meter al equipo en un laboratorio para abusar del ensayo y error, que el contexto, el estado físico y mental distan mucho del que ofrecerá el plantel durante el curso, que las tácticas y el juego de pizarras siempre oculta alternativas de cara a la hora de la verdad... y si todas estas reflexiones son perfectamente lógicas en una mes de septiembre normal, en medio de una situación tan excepcional como la actual el razonamiento no admite grietas.

Por eso, el primer partido en seis meses (despidió la Liga el 8 de marzo ante el Bilbao) del Monbus Obradoiro frente al Delteco GBC sólo admite certezas a medias, aunque haya una que tampoco admite discusión: el público es el alma del deporte.

Se estrenó el conjunto compostelano en el Multiusos Fontes do Sar en un duelo sujeto a las restricciones de la pandemia pero que pudo verse a través de EL CORREO GALLEGO y del club, con una victoria en la prórroga (92-86) -porque hay cosas que nunca cambian- y la sensación de que este proyecto 2020/21 va dando pasos firmes y coherentes pata responder a las premisas de todo equipo de Moncho Fernández: versatilidad, amenaza constante desde todas las posiciones y firmeza en la retaguardia.

Sobre todo destacó el Monbus ayer por la polivalencia de un grupo sin duda con más profundidad de banquillo que su oponente -obligado a armarse a marchas forzadas una vez confirmado por vía judicial su ascenso y al que le faltaban aún fichajes por cerrar-, y en el que las mal llamadas primeras y segundas unidades semejan se difuminarán en cuanto lleguen la ansiadas conexiones y relaciones entre los jugadores. Faltó acierto, precisión, ritmo, continuidad... males endémicos en toda preparación de una gran competición.

En el camino. Se gustó Beliauskas , con 18 puntos y un 4/9 en triples que confirman lo que sus técnicos llevan diciendo desde su llegada, que una vez liberado del puesto de base se destaparía como el triplista que es; las renovaciones de Mike Daum y de Czerapowicz serán veneradas hasta el infinito en otra gran gestión de José Luis Mateo; cualquier incertidumbre sobre el estado de Muñoz se zanjó con su presencia en pista; se vio a las caras nuevas con intención de aportar, exhibiendo detalles tanto los interiores como Birutis, Cohen, Enoch y Suárez, creciendo con el paso de los minutos destilando físico y con capacidad de amenaza dentro y fuera de la zona; Rafa García reveló que se siente uno más; hubo oportunidad incluso para el debut del joven Martín Fernández; y aunque Kartal Ozmizrak también dejó su sello demostrando que tiene muchos puntos en sus manos, su lesión en el tobillo derecho empañó de gris un primer ensayo general que dejó con ganas de más a la afición.

El sábado 12, el Bilbao espera en Oviedo.

A la espera. El club confirmó tras el partido que hasta el lunes no podrá confirmar el alcance de la lesión del base turco por la necesidad de que baje la inflamación para poder someterse a las pruebas médicas. Todo apunta a que se trata de un esguince pero la cautela obliga a aguardar las 48 horas pertinentes.