Pulpis gana el reto: lleva al Benfica a la Final Four europea

El cuadro luso venció en los tres encuentros de su grupo, el último frente al Levante por 3-2
Fútbol sala
Antonio Pais
ÉXITO Pulpis, a la derecha, da instrucciones en un entrenamiento del Benfica. Foto: S. E.

Desde Lisboa, la voz del santiagués José María Pazos, Pulpis, llega más tranquila, sosegada. El entrenador compostelano de fútbol sala se sacó de encima un peso: afrontaba al frente del Benfica lisboeta, en casa, la Ronda Elite de la Liga de Campeones, una fase con cuatro grupos. El campeón de cada uno saltaría directo a la Final Four del torneo más prestigioso del mundo del futsal. “Había mucha presión, jugando en casa, y la superamos bien. Ahora, más que más relajado, sé que podré trabajar con más tranquilidad en los siguientes meses”, reconoció Pulpis a EL CORREO GALLEGO.

El camino a la Final a Cuatro no fue fácil, por mucho que los resultados o la clasificación final (9 puntos el Benfica, 3 cada uno de sus rivales) digan lo contrario. “Ganamos 8-3 el primer día a nuestro rival húngaro (Haladas), pero se vio que no era un rival tan fácil. Después al Uragán 4-0, y lo mismo... defendimos muy bien, creo que fue la mejor semana del equipo desde que estoy aquí, muy concentrado, y creo que empequeñecimos a los rivales”, destaca el entrenador.

El último partido, en el que al Benfica le valía el empate, era contra el Levante. El esperado partido defensivo. El cuadro lisboeta arrancó muy bien, pronto se vio 1-0 y dominador. Diego Ríos, técnico gallego del conjunto español, lo vio claro y pasó a jugar con cinco jugadores de campo, con lo que frenó la superioridad del Benfica y también su empuje. Pero el cuadro lisboeta se puso con ventaja de 3-0, ya en la segunda parte.

En fútbol sala pocas rentas son definitivas, puede pasar lo insospechado en un minuto y el 3-0, pese a la fortaleza defensiva exhibida hasta ese momento por el Benfica, tampoco había matado el partido. Lo supo el Levante, que con ataque de cinco quince minutos de la segunda parte remontó hasta el 3-2 (minuto 26) tras un error defensivo del Benfica y una falta.

“Nos pusimos un poco nerviosos, natural, pero aguantamos bien la defensa frente al ataque de cinco y, en los últimos minutos, fui yo el que decidió que mi equipo también pasara a jugar con cinco de campo, como táctica para aguantar mejor el resultado. Saber que el empate nos favorecía también nos daba un cierto colchón, el agobio no llegó a ser tan grande”, resume el técnico santiagués.

Desde el año 2015, y ya ha llovido desde entonces, el Benfica no disputa la Final a Cuatro del torneo más prestigioso y duro de Europa, la Liga de Campeones. De la mano de un entrenador gallego, compostelano, lo ha logrado. Reto conseguido. Lo celebraron en las gradas, en directo, los mil espectadores que pudieron entrar al pabellón por las restricciones impuestas por la pandemia.

El pabellón se llenó, teniendo en cuenta ese límite. A Pulpis, siempre comedido, la satisfacción se le nota. Ya piensa en el próximo reto, el mayor de todos. “Estar en la Final Four significa que te vas a enfrentar a tres magníficos rivales, equipazos, y que pequeños detalles en los partidos marcan la diferencia”, comenta el técnico.

Se verá qué hace el Benfica en su siguiente reto, el más grande. De momento, el entrenador compostelano saborea el exigente paso ya dado y piensa en que “tenemos meses por delante para trabajar con cierta tranquilidad, sin tanta presión, y eso nos va a permitir crecer como equipo. Porque es cierto que es más fácil confiar en lo que estás haciendo, en el trabajo, cuando ves que ganas”. Es lo que acaba de hacer el Benfica.