Se levanta el Obra con la PCR negativa a la plantilla

El club decidió hacer las pruebas el lunes a los integrantes del plantel por precaución // Este martes pasarán las de la ACB
Monbus Obradoiro
Antonio Pais
ARRIBA Jugadores del Obra ayudan a levantarse a Fer Zurbriggen. Foto: Antonio Hernández

Vuelve a vivir el deporte al completo, y el baloncesto no iba a ser una excepción, pendiente de que la pandemia de coronavirus, los contagios de covid-19 que parece no se van a ir nunca de nuestras vidas afecte a uno u otro deportista, a uno u otro equipo. En el caso del baloncesto, un deporte que además se juega a cubierto, indoor, la incidencia de los casos positivos está volviendo a dictar la vida diaria de los equipos, que andan temerosos de su presente: de si podrán entrenarse, de si podrán jugar el partido de turno, de si serán o no portadores del covid.

Paradigmática, muy difícil de llevar y de superar, la situación que tuvo que vivir la plantilla del Monbus Obradoiro el pasado sábado, cuando el positivo de Beliauskas, que después fue también el del fisio, Álex Fernández, removió sus cimientos. ¿Cómo puede un profesional del baloncesto preparar a conciencia, milimétricamente, plenamente concentrado en él, un partido que horas antes de que llegue ni siquiera sabe que va a jugar?

El que enfrentaba al Obra con el Burgos al final se jugó al final en Sar, aunque varias horas después del primer horario previsto, y pasó lo que pasó: los jugadores, el plantel al completo del Obra (técnicos, ayudantes y demás) dieron un ejemplo de profesionalidad, de saber sobreponerse a las adversidades. No hay mal que por bien no venga, se dice, y es cierto: una fatalidad, un par de contagios, alumbraron un soberano ejemplo deportivo. El covid sacó otra vez lo que el Obra lleva más que dentro que ninguna otra cosa: su orgullo, su casta.

El Obra pudo jugar porque las pruebas, las PCR, realizadas a toda prisa al resto del plantel, con el reloj latiendo, volando en contra, dieron en su totalidad negativo. No había más contagios en ese momento, y el equipo santiagués pudo jugar y superar al Burgos, sumar un triunfo vital para no verse con el agua al cuello en la parte baja de la tabla, que los rivales directos (Fuenlabrada, Bilbao...) aprietan de lo lindo. No hay tregua.

Tampoco la hubo en la mañana del lunes. El plantel del Monbus Obradoiro, voluntariamente y como medida de precaución adoptada desde el propio club, decidió hacerse nuevas pruebas, más PCR. Y a primera hora de la tarde se terminaron de saber los felices resultados: eran todos negativos.

Felices también todos porque, en tiempos de valorar la importancia de las pequeñas cosas, un equipo de baloncesto pudo entrenarse. El Obra lo hizo en sesión vespertina, para preparar el duelo que espera en la Fonteta de Valencia ante el titular, el jueves a las 20.30 horas, correspondiente a la jornada 13.

OTRA VEZ. Pero el coronavirus, la pandemia, no se ha ido; sigue ahí fuera. Este martes, la plantilla del Monbus Obradoiro deberá someterse a nuevas pruebas; otra jornada presidida por las PCR. En este caso, debido al control que impone la ACB.