Sin el ‘lume’ de Sar, basta con la frialdad lituana

‘Los Laurynas’ entonan la primera victoria del Monbus Obradoiro (101-82) // Estelar Birutis, gran Beliauskas en el estreno ante el Fuenla
Liga Endesa
Óscar de la Fuente

No hubo lume en Sar, no rugió la Caldeira, pero el Monbus Obradoiro llegó a la victoria por otro camino, a través de la frialdad lituana. Con un Laurynas Birutis estelar (¡42! créditos de valoración con 27 puntos y 12 rebotes) y un Laurynas Beliauskas de principal escudero (15 tantos), el plantel de Moncho Fernández resolvió su estreno en la Liga Endesa 2020/21 con un contundente triunfo ante el Urbas Fuenlabrada al filo de la medianoche (101-82).

Fue un partido habitual de la primera jornada: con altibajos y tramos irregulares, pero resuelto a favor gracias a unos últimos cinco minutos de sobresaliente con un parcial de 19-4. Además de Birutis, brilló el trabajo de Álex Suárez, Albert Oliver dejó dos triplazos marca de la casa (aunque evidenció su falta de acoplamiento), Kassius Robertson fue de menos a más y Steven Enoch necesita mejorar. En los repetidores, lo esperado: los puntos de Daum, la guía de Pozas y la eficiencia de Czerapowicz y Muñoz.

En un Sar casi vacío, sin el aliento de la afición, quien protagonizó los primeros golpes fue el Fuenlabrada. Aupado por la calidad individual de Emegano, Trimble o Meindl, el conjunto de Paco García tomó la ventaja de inicio (5-9, min. 3), mientras el Obra se afanaba en elaborar las jugadas para encontrar la mejor opción. La mayoría de las veces el balón pasó por las manos de Laurynas Birutis, que ejerció de ejecutor y de facilitador para dar la vuelta al resultado tras un triple de Kassius Robertson y una canasta de Pozas (18-15, min. 7). Los visitantes eran indiscutibles dueños del rebote y eso, unido al acierto del brasileño Leo Meindl (12 puntos en el primer parcial) les hizo ganar el cuarto (22-26, min. 10).

Se notaba la mayor conjunción en el equipo fuenlabreño, mientras el periodo de preparación del Obra ha estado salpicado por continuos obstáculos. A los de Moncho Fernández les faltaba decisión y dureza en defensa y el talento visitante lo aprovechó. Cuando no era así, el rebote les daba nuevas oportunidades. Así empezó a brillar Upshaw, ayudado por la bisoñez de Enoch y la fragilidad defensiva de Daum, pero de repente de desató en Sar un duelo de pistoleros: Beliauskas versus Marc García.

ENCHUFADO. El escolta lituano, liberado de la dirección y con la ayuda del tiempo para asimilar la pizarra del monchismo, no parece el que llegó en febrero. Tampoco le dio tiempo a demostrar nada en los tres partidos que disputó antes del parón por el virus, pero la confianza que exhibe evidencia el cambio. Primero Marc García lanzó a los suyos hasta la máxima ventaja con diez puntos en el cuarto (35-44, min. 17). En nueve se quedó Beliauskas, que encendió la chispa de la remontada e inició un 12-0 en el que el Obra semejaba encontrar el camino en defensa y en ataque (47-44, min. 19). Un triple de Robertson cerró el marcador al descanso (50-46).

Poco cambió el decorado tras la pausa. La inercia continuó: el Obra miraba una y otra vez a la zona para buscar a Birutis, y cuando la torre lituana no encontraba la posición casi siempre intentaba resolver su tocayo Beliauskas. Entre ambos, más el trabajo incansable de Czerapowicz y los chispazos de Daum, estiraron la renta local (58-51, min. 24). El Fuenla no renunció a intentar romper la defensa a base de talento individual, con Meindl y Emegano como principales argumentos. Así, con un 2+1 del escolta nigeriano se selló el empate al final del tercer periodo (69-69, min. 30).

El último se inició con mala noticia: cuarta personal de Daum. No lo fue tanto porque Álex Suárez cumplió a la perfección como sustituto. Dos triples de Robertson desatascaron al Obra ante las esperadas trampas tácticas de Paco García, y Suárez lo lanzó sumando puntos a su trabajo (82-76, min. 34). Fue la escapada buena: los locales aprovecharon la inercia para coger confianza y aniquilar a un Fuenla hundido. La primera victoria se queda en Sar.